Por Mauricio Córdova Iglesias

Jan Piero Oneto es un destacado profesor porteño de inglés, que enseña en diversas universidades y que es reconocido por sus alumnos por hacer clases entretenidas e incorporar la historia con el fin de que los estudiantes aprendan de una manera más motivadora y entretenida.

Pero no solo se basa en el conocimiento de la historia. Para lograr el mejor efecto, utiliza trajes que recrean diversas etapas de la historia y también maquetas y modelos que simulan, por ejemplo, grandes batallas de alguna época pretérita.

Sus clases son verdaderas recreaciones de series o documentales de Netflix.

Formado en liceo Eduardo de la Barra y en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, con diversas especializaciones, este Profesor de Estado en Inglés, con varios diplomados y un Magíster en Educación, asegura que este método le ha permitido combinar sus dos pasiones: el estudio de la historia y del inglés.

-¿Cuál ha sido su trayectoria profesional, profesor?

-Mi trayectoria profesional comenzó en institutos y colegios, pasando con el tiempo a laborar en universidades. Actualmente trabajo permanentemente en la UPLA y la UVM, y ocasionalmente dicto cursos externos a través de la Universidad Santo Tomás. La experiencia de haber trabajado en todos los niveles educativos permite entregar tips para la enseñanza según las diferencias académicas y psicoemocionales.

-¿De dónde nace el interés por la historia?

-Creo que nací con dicho interés, fomentado por el ambiente cultural de mi hogar. Posteriormente, el modelismo histórico ha sido una fuente prácticamente inagotable de información e inspiración, pues al comenzar un nuevo proyecto de modelismo, uno debe investigar sobre las circunstancias históricas y el aspecto de las figuras que uno crea.

-¿Cuáles son las etapas de la historia que más has estudiado?

-Prácticamente toda ella, con un gran énfasis en la época romana republicana e imperial.

-¿Cómo se especializó en estas maquetas históricas y en los trajes, y cómo consigue ese material?

-Las maquetas históricas surgieron a partir de la inspiración de mi padre, él me dio el impulso inicial y ya desde pequeño comencé con el hobby. Las reproducciones de uniformes era el próximo paso natural para un modelista histórico, pues al hacer ejércitos romanos o de otras épocas en miniatura, siempre surge el interés por tener una reproducción funcional de dicha panoplia. Las fuentes de estos son muy variadas: una costurera puede hacer las túnicas, los escudos los fabrico yo mismo, y las partes más complejas, como un casco o una coraza, las traigo desde el extranjero.

INNOVADOR MÉTODO

-¿Cómo y por qué surgió este método de usar su conocimiento histórico para potenciar la enseñanza del inglés?

-El interés es un gran potenciador de la memoria y del aprendizaje. Aún recuerdo un artículo sobre 'La máscara de Agamenón'. A pesar de haberlo leído hace más de 40 años, pues las imágenes del artículo eran muy llamativas e interesantes. Si bien soy profesor de inglés, y la enseñanza del mismo tiene su metodología de trabajo, pensé que un texto en inglés sobre el ejército romano se volvería mucho más interesante para el alumnado si repentinamente, después de una adecuada introducción al tema, hacía una repentina aparición en la sala de clases un alumno vestido de legionario. En la Universidad de Viña del Mar, desde hace muchos años, dicto un ramo llamado 'Cultura y Literatura Inglesa'. En él debo enseñar sobre los eventos históricos que han tenido influencia en el desarrollo del idioma a través del tiempo, y qué obras literarias han brotado en dichos entornos históricos. Al cubrir la invasión romana de Britannia, hace su primera aparición un alumno vestido de legionario; un vikingo al llegar al siglo IX y un caballero cruzado al llegar al siglo XII. En todos los casos, la sorpresa y el interés cala muy hondo en el alumnado. En el caso de las figuras a escala, solemos recrear alguna batalla histórica que haya tenido cierta trascendencia en la historia de Inglaterra, tal como Agincourt. Los alumnos asumen roles históricos y están a cargo de ciertas unidades tanto del ejército francés como del inglés, y a través de una simulación histórica tipo juego, incluyendo el azar con un dado, cada alumno se empapa de la época histórica a estudiar. Obviamente, estas actividades son solo una muestra destacada de una amplia variedad de distintas actividades y estrategias metodológicas significativas y activo-participativas, empleadas en el ramo, como, por ejemplo, karaokes en latín, anglosajón, lengua vikinga o inglés antiguo (sólo por diversión), presentaciones en PPT, lecturas obligatorias, actividades de investigación, realizaciones de líneas de tiempo, portafolios, etc. En la UPLA, hago clases de inglés a los estudiantes de historia, entre varias otras carreras, y el hecho de llevarles cada clase un objeto histórico (monedas romanas, un casco vikingo, billetes post Revolución Francesa - siglo XVIII, figuras a escala de distintos ejércitos, etc.) han hecho del ramo de inglés algo interesante que no se pueden perder. Todo esto además ayuda a fortalecer en gran medida el trato respetuoso y el lazo afectivo estudiante - profesor.

ALUMNOS ALEGRES

-¿Qué experiencias satisfactorias ha tenido con este sistema?

-Nunca olvidaré la vez en que al final del curso, los alumnos me regalaron un dibujo enmarcado (de aquellos que hacen artistas en Viña) donde aparecía yo como romano. Realmente, lo más destacable era la alegría del alumnado al darme el regalo, que tengo colgado en un lugar de honor en mi casa. El sentir el cariño y agradecimiento de ellos es siempre muy reconfortante. Otra anécdota digna de recordar es la siguiente: Un alumno disfrazado de optio romano (una especie de sargento de aquellas épocas), al final de la clase, quiso ir a ver al jefe de carrera, debiendo atravesar toda la sede de Rodelillo (UVM) para ello. Fue la primera vez que yo hacía dicha actividad y, por ende, tenía mis temores, pero fue el comentario del día, y un muy grato momento tanto para los profesores que estaban en la sede en ese momento como para los sorprendidos alumnos.

-En base a su experiencia, ¿qué opina del actual sistema educacional?

-Esa es una pregunta compleja, pues el sistema educacional tiene muchas aristas y diferencias. En la educación prebásica, básica y media, tenemos sistemas público, subvencionado y privado, cada uno de ellos con sus fortalezas y desafíos, y la educación universitaria también presenta distintas realidades, sin contar con el tema de la pandemia y la educación en línea (que dificulta estas actividades metodológicas). Si bien los profesores son un actor relevante dentro del sistema, obviamente aún más lo son los alumnos (ya los medievales escribían que no existe universidad sin alumnos que quieran estudiar), y en ese punto, todo profesor debe recurrir a la inmensa cantidad de herramientas metodológicas disponibles para cada ramo, en las circunstancias en que se desempeñen, idealmente empleando recursos que sean de su agrado, interés y competencia. El motivar adecuadamente a un alumno es asegurar en parte su éxito, y esa es una labor y responsabilidad que no podemos soslayar si queremos ser buenos docentes y dejar una huella en nuestros alumnos.