Preocupación por joven extraviada hace 18 días
Colombiana de 14 años no asistió al colegio y no se ha sabido de ella hasta la fecha. Su padre teme que ya esté fuera del país.
Matias Valenzuela - La Estrella de Valparaíso
Crece la preocupación de una familia colombiana radicada en Viña del Mar por la repentina desaparición de su hija mayor, de la noche a la mañana, y sin que hayan podido comunicarse con ella en más de dos semanas.
En la mañana del lunes 8 de noviembre, Ángela Rivas Monroy, de 14 años, se preparó en su casa en el sector de Miraflores para asistir a clases a su colegio, el Guillermo Rivera. Se alistó, se despidió de su padre que ya se iba a trabajar, y esa fue la última vez que la vieron.
"Supuestamente iba al colegio con una amiga, pero en realidad no iba para ningún colegio. Ella esperó que yo saliera a trabajar, se quedó, y no fue", cuenta Enrique Rivas, su padre, quien manifiesta que a la fecha, no han podido comunicarse con ella de ninguna forma, y su paradero es totalmente desconocido. "El teléfono figura apagado, la única forma en que ella conteste a cualquiera es por Messenger (chat de Facebook), pero parece que alguien le está controlando el Messenger a ella, porque uno le escribe, y esa persona responde, y bloquea una vez, va bloqueando a todos", relata.
Sobre las circunstancias en que desapareció la chica, Enrique no tiene claridad, pero señala que han surgido diferentes tesis que indicarían que habría terceros involucrados. "Unos dicen que puede estar en Forestal Alto, otros dicen que se iba para Lima, Perú, que supuestamente se iba con un primo y se iba a quedar allí donde una tía por parte de la mamá", nombra el padre.
Otro antecedente que menciona, es la amistad que su hija mantenía con una joven venezolana de 17 años, de quien sospecha que influyó en la decisión de Ángela. Asegura que nunca aprobó totalmente esa amistad ya que la familia de la otra joven estaría incurriendo en actividades ilegales, como la prostitución.
La última opción que menciona el colombiano es que la madre biológica de Ángela estaría detrás del hecho.
Por lo demás, Enrique no identificó ningún tipo de descontento de su hija mayor en los tres años que llevan viviendo en Viña del Mar con él, dos hermanos, la pareja de su papá, y los padres de ella. Asistía regularmente a clases, y se veía como cualquier niña de su edad.
"Ella cuando estaba con nosotros, era súper buena niña, en el colegio, en todo. Era una relación súper buena, incluso con mi pareja que no es la mamá de ella. Todo iba súper bien", menciona el padre con congoja.