Imputado se retractó de su confesión del crimen de Pascale Alvarado
Miguel Soto se desdijo durante el juicio. Para hoy quedaron las réplicas del alegato de clausura y podría conocerse el veredicto del tribunal.
Superados algunos inconvenientes técnicos -una interrupción del suministro eléctrico en uno de los complejos penitenciarios y luego intermitencia en la conexión del fiscal-ayer se llevaron a cabo los alegatos de clausura del juicio contra Mario Ulloa y Miguel Soto, imputados por los delitos de sustracción de menores, homicidio y violación de la adolescente Pascale Alvarado de 17 años, desaparecida desde el 8 de noviembre de 2011 hasta hoy.
En su exposición, el fiscal Luis Ventura relató que durante el juicio, el acusado Soto se retractó de su confesión extrajudicial en la que dio cuenta de los hechos que habrían afectado a la adolescente "siendo que efectivamente había dicho lo que dijo y que esto (la confesión) lo había realizado porque el señor Eugenio Torrejón, para quien trabajaba en aquel entonces, en el terremoto de 2010, lo amenazó de muerte a él y su familia para que dijera que él junto a Mario Ulloa habían matado a una niña".
Lo anterior, precisó el persecutor "con el fin de meter preso, según las palabras de Soto Cruces, a Ulloa, que le estaba quitando clientes en el área de la madera", relató Ventura.
Aquello, continuó el fiscal, "carece de toda lógica. Si el fin de la confesión de un crimen por parte de Soto era meter preso a Ulloa, por qué no acudió a la policía a realizar esa confesión donde lo inculpara derechamente y solo se limita a contar todo a jornales, compañeros de trabajo".
El representante del Ministerio Público citó en su exposición artículos y fallos de la Corte Suprema en los que se descarta que la ausencia de un cadáver sea motivo para absolver de un homicidio.
En la misma línea, el abogado querellante Felipe González planteó si "¿puede haber un homicidio sin cuerpo? 17 años de dictadura nos dan cuenta de que sí puede haber homicidios sin cuerpo. Estamos llenos de causas de derechos humanos precisamente por este tema", indicó el jurista.
Absolución
Gustavo Menares, defensor de Mario Ulloa, considerado autor directo del homicidio y la violación de Pascale, planteó que para condenar por un homicidio sin la existencia de un cuerpo "es necesario una prueba que dé luces respecto de que se ejecutó una acción de matar que fue capaz de producir el resultado típico del homicidio". Agregó que "con qué antecedente probatorio se podría determinar que Pascale murió de una determinada causa, y que en esa determinada producción de causa hubo intervención de terceros. Con ninguna porque no hay prueba. (…) Durante 10 años nada se investigó,es todo una creación retórica de los acusadores".
En ese sentido, tanto Menares como la defensa de Soto, Marcela García, reiteraron su postura en cuanto a pedir la absolución de sus respectivos representados.