Cada ciudad puerto, con su especial geografía, tiene que encontrar el mejor diseño ciudad puerto. Cuando tiene espacio, más fácil es la solución. Cuando el espacio es reducido y el puerto está en el centro histórico de la ciudad, como en Valparaíso, más difícil es buscar el punto medio. El desafío es una verdadera operación al cerebro que no puede estar a cargo del ministerio de Transportes desde Santiago, como hasta ahora.

Pero esta bahía aguanta un puerto de escala media; para eso necesita mitigar los efectos negativos urbanos, patrimoniales y ambientales de una ampliación portuaria. Como el espacio es reducido y se encuentra en el centro histórico y social de Valparaíso, se hace necesario generar nuevas aguas abrigadas para el puerto que no estén en el centro del anfiteatro porque su costanera -su mejor espacio público- debe ser abierta a la ciudad para ponerla en valor. Eso se llama gestión democrática de la ciudad, producción social del hábitat y desarrollo equitativo y sustentable. Y eso cuesta plata y diseño y de eso hemos estado hablando en todo este libro: del diseño y valor agregado del hábitat (bien común) para generar mejor calidad de vida y riquezas a futuro y no seguir administrando pobreza en una ciudad que se cae a pedazos.

En una economía abierta al mundo como la chilena, la región de Valparaíso y sus puertos generan mucho dinero a las arcas fiscales, dinamizan la actividad económica lo que genera beneficios a muchísimos chilenos. Hoy en día, Quintero, Valparaíso y San Antonio abastecen al gran Santiago y la zona central donde habitan 10 millones de chilenos. Sin embargo, estos tres puertos son ciudades pobres, social y ambientalmente degradadas. Es hora que las riquezas que genera esta región se gasten acá en diseños ciudad puerto para generar más riquezas futuras a Valparaíso, a la región y al estado. La solución es compleja pero clara: descentralizar, autonomía en los diseños, equidad social y sostenibilidad económica, cultural y ambiental del territorio y maritorio. Es decir, arribar al siglo XXI.

Óleo sobre tela

2021

58 x 33 cm