Por Matias Valenzuela

Con varias películas estrenadas cada año, el género de superhéroes es el más exitoso y mediático de las carteleras, que duda cabe. Las cintas inspiradas en las viñetas de DC Comics y Marvel se van acumulando en la cartera con superposición de secuelas, reinicios y crossovers interminables, obligando a sus actores principales a comprometerse con sus papeles por varios años, lo que implica -entre varias cosas- que mantengan un estilo de vida fitness de estricto régimen y ejercicio.

Claramente, los actores y actrices de Hollywood no son extraterrestres del planeta Krypton, ni hijos de dioses nórdicos; tampoco han sido inyectados con el suero del súper soldado o picados por una araña radioactiva, por tanto deben hacer un esfuerzo sobrehumano y de tiempo completo para poder emular la apariencia y musculatura de un auténtico superhéroe, y convencernos de que pueden salvar al mundo.

La fórmula Marvel es la más conocida. Toman a un actor de mediana popularidad, conocido por papeles más ligados al humor y lo convierten en una escultura, de cuerpo definido, casi como un atleta. Paul Rudd y Chris Pratt en su transformación en Ant-Man y Star Lord, son algunos de estos ejemplos. En el caso de Pratt, era reconocido por su ligero sobrepeso cuando participaba en el sitcom Parks and Recreation, por lo que sorprendió verlo con abdominales marcados una poco natural escena integrada en la cinta Guardianes de la Galaxia. Prácticamente todas estas cintas contemplan una escena del protagonista sin polera.

Desde el lado de DC, destaca el caso de Christian Bale, conocido por su metamorfosis corporal en distintos roles. Bale se puso el manto de Batman poco después de estelarizar "El Maquinista", donde interpretó a un escuálido hombre de 63 kilos. En seis semanas de entrenamiento y dieta extrema, logró llegar a los 86 kilos. Para esto, tuvo que aumentar sus comidas diarias a cinco, y una vez que recuperó la masa muscular ejercitó con levantamiento de pesas, y empezó a correr, con tres series de 10 kilómetros al día. "Parecía un jugador de la NFL" dijo en una entrevista.

entrenadores

Lo cierto es que los actores que se comprometen por varios años a papeles con capas, máscaras y superpoderes, suelen externalizar el trabajo y contratan a los mejores entrenadores personales del mercado, quienes les dictan su plan de trabajo, el que se debe seguir al pie de la letra. El más conocido en la industria de los superhéroes y supervillanos es Don Saladino, reconocido entrenador con más de 20 años convirtiendo a celebridades en auténticas máquinas de músculo y venas marcadas. En su clientela destacan Sebastian Stan, Scarlet Johanson, Hugh Jackman, y Ryan Renolds, también conocidos como The Winter Soldier, Black Widow, Wolverine, y Deadpool, respectivamente.

Saladino ha explicado que sus rutinas no son necesariamente largas o extremas, más bien se trata de circuitos de trabajo hilados inteligentemente, combinando movimientos y ejercicios que apuntan a marcar musculatura y perder grasa. Por su relación con Marvel, es una celebridad en el mundo fitness, y sus programas de trabajo son muy reconocidos, destaca su rutina de pecho, la que asegura, ayudará a marcar los pectorales, gracias a ejercicios de press de banca, press de pecho ponderado con bandas, fly inclinado, y prensa de pecho con máquina sentado. La rutina se puede encontrar en Youtube.

Otro nombre reconocido es el de Luke Zocchi, el entrenador personal de Chris Hermsworth, quien se somete a un plan de trabajo muy estricto para ser digno de levantar el Mjölnir. En primer lugar, su alimentación es medida casi molecularmente, pues come entre seis y ocho comidas al día, se trata de comidas de 450 calorías. Entre sus meriendas principales, se le permite comer bistec, pollo, pescado o batata con arroz blanco. Para las comidas más pequeñas solo puede ingerir batidos de proteína. En cuanto al entrenamiento, tienes sesiones de gimnasio de una hora, dos veces al día, las que complementa con levantamiento de pesas y sesiones de boxeo.

Precisamente quien va a relevar al actor australiano en el papel de Thor, Natalie Portman, ha comentado recientemente en entrevistas las dificultades que ha tenido para seguir el entrenamiento que le permita interpretar a Jane Foster, pues es su primer papel que le implica tener cambios físicos. Lo calificó como "entrenamiento de peso pesado que nunca había hecho antes". No obstante, reconoció que la parte física es importante para la interpretación del papel. "Definitivamente te ayuda a meterte en el personaje, y definitivamente ha cambiado la forma en que me muevo", dijo.

Una reflexión más radical fue la de Robert Pattinson, el nuevo Batman, quien causó polémica cuando manifestó tener problemas para seguir el entrenamiento durante la cuarentena, en plena pandemia. Aparentemente, "Battinson" dejó suspendido su plan de entrenamiento cuando el rodaje de la cinta dirigida por Matt Reeves quedó pausado por la irrupción de COVID, y los actores fueron mandados a cuarentena, lo que habría provocado molestia en el estudio, desde donde le instruyeron que tenía que retomar el ejercicio cuanto antes.

En una entrevista, afirmó: "Creo que si entrenas todo el tiempo, eres parte del problema", y profundizó argumentando que esta nueva realidad de que los actores entrenan dos veces al día y coman pollo hervido con verduras al vapor en todas sus comidas es algo de esta época, que antiguamente no se practicaba. "Nadie hacía esto en los años 70'. Incluso James Dean, no estaba exactamente marcado", declaró.