Camila Rojas - La Estrella de Valparaíso

Poco más de ocho millones de seguidores en TikTok y un millón y medio en Instagram, ese es el alcance que tiene Tati Fernández en las redes sociales. Con tan solo 17 años la bailarina chilena logró construir una comunidad virtual a partir de su paso por el programa Rojo de TVN en 2018, y con el transcurso del tiempo consiguió comprarse la casa propia, lanzar dos libros, una línea de ropa con una conocida marca del retail y ser rostro de diversas campañas comerciales.

Es oriunda de Puchuncaví al igual que toda su familia: su madre, con quien vive en la comuna, su hermano de 23 años y su padre que viaja con ella todos los días a Santiago para cumplir con el trabajo que equipara con las clases del colegio.

El contenido que Tatiana Monserrat Fernández Vegas muestra en las redes es bien variado, desde bailes en el living de la casa, hasta promociones de productos y sus historias diarias más locas que sacan carcajadas entre sus seguidores, como esta semana que se sacó las cuatro muelas del juicio y se comparó con el Kiko del Chavo del Ocho por lo hinchada que quedó después del dentista.

"Mi contenido es súper orgánico, a veces ni pienso lo que digo o lo que voy a subir", confiesa entre risas la influencer, "pero siempre tengo una línea, la cual es seguir la espontaneidad, no es como que prepare mucho lo que quiero mostrar", dice sobre su lado más distendido, porque otra cosa son los videos publicitarios, que pueden llegar a ser más demandantes de lo que parece. Cuenta que tiene contratos anuales con marcas internacionales de artículos tecnológicos, ropa deportiva, perfumes, entre otros, y que invierte mucho tiempo en eso.

"Cada mes con cada marca tienes un brief, que es un tipo de guion, sobre las cosas que uno tiene que hacer. Todos esos contenidos tienes que mandarlos a aprobación y ahí es cuando viene un poco de inquietud si lo van aceptar o no, muchas veces te lo mandan de vuelta con cambios y es un trabajo triple, hay que arreglar cosas o se les ocurren otras ideas que hay que sumar y volver a editar y es tu pega al final, a ti te contratan por eso así que tienes que hacerlo", explica Tatiana.

Colegio y trabajo

"Yo siempre trato de hacer el trabajo bien y darlo todo. Me gusta y lo disfruto aunque tiene su lado estresante cuando hay mucho por hacer", dice la tiktoker que cursa cuarto medio en la comuna de Quintero y que pese al ajetreo del día a día llega de vez en cuando a las clases presenciales y sigue involucrada en las decisiones de curso. "Vamos hacer la licenciatura y más que una gala con vestidos elegantes vamos a ir a un paseo", cuenta. Ella continuará sus estudios en una academia de teatro para complementar sus dotes.

"Voy a dar la PDT, porque es algo que sí o sí quiero hacer, pero voy hacer los tres años de teatro y se ingresa con una prueba especial. La carrera tiene todo lo que yo quiero y que sin darme cuenta ya lo estaba haciendo, he hecho hartos comerciales y ahora me toca prepararme profesionalmente", de hecho, adelanta sin más detalles, "ahora comienzo a grabar una serie".

En la última semana Tatiana anunció por sus redes la compra de un departamento propio en la capital, donde se mudará definitivamente cuando empiece la universidad. "Estoy súper contenta, parezco una vieja chica", reconoce entre risas, "ando pensando todo el día en cosas de la casa, ahora me llegó la cama y me faltan las cortinas, esto me ha causado un poco de ansiedad porque a veces me despierto en la noche pensando en todo lo que me falta", confiesa sobre el proyecto que la tuvo juntando dinero desde los 14 años.

"Cuando entré a Rojo tomé la decisión de querer ahorrar porque estando todo el día en Santiago me di cuenta que tenía muchas oportunidades. Yo vivo en el medio de la nada, allá en el campo lo único que tengo son árboles, naturaleza y paz, pero yo también quiero surgir y probar suerte", comparte. El paso por el programa le abrió las puertas al mundo de las redes sociales, fue una etapa importante y decidió compartirla en su nuevo libro "Ilusiónate, Ríe, Baila", un relato que conecta con una pequeña Tati que bailaba afuera del pasaje de su abuela y que sería eliminada del show más importante de su vida.

"El libro deja una enseñanza sobre no rendirse ante las experiencias fuertes de la vida. Para mí fue el momento de salir del programa, yo sentía que se había acabado todo y fue duro para esa niña, pero la eliminación me permitió pasar a las redes sociales de Rojo y aprender de ese mundo que yo no conocía, así la gente que me veía en la tele me empezó a seguir y alcancé 40 mil seguidores, no tengo ni idea cómo, pero fueron tomando alcance y es algo que todavía siento muy loco, realmente todo puede pasar", expresa Tati.