No hay caso con Calera: cayó ante Cobresal y quedó pegado
En un desafortunado partido, los dirigidos de Francisco Meneghini fueron presa de los rápidos ataques de Cobresal, que con la velocidad de Gaete desarmó a la defensa roja y liquidó el pleito.
Claudio Morales Salinas - La Estrella Quillota - Petorca
La misma película que en el torneo anterior vivió Unión La Calera ante Cobresal en el Nicolás Chahuán Nazar, y esta vez con peor final, se dio anoche en el mismo escenario.
La poseción de balón y el juego parsimonioso de los rojos no alcanzó a tomar mucha forma, porque la fórmula conocida y temida de los mineros fructificó de inmediato, pues a los cinco minutos Juan Carlos Gaete metió el primer desborde por la derecha y centró para Sebastián Varas, que como es costumbre, clavó a Calera para el 1x0.
El cuadro local se fue encima, invadió campo rival, y aunque le costaba progresar en la cancha, tuvo algunas jugadas en que no finiquitó bien.
Y en la contra Cobresal fue letal, otra vez con una pelota cruzada para Gaete, quien desbordó y centró, para que el venezolano Brayan Hurtado apareciera destapado por el segundo palo para aumentar las cifras. Los de Gustavo Huerta son especialistas en tener poco el balón, pero salen rápido y hacen daño. Así rompieron la mala racha que traían en la carpeta sintética calerana.
Mientras, Unión La Calera apelaba a una fórmula que le había dado réditos en Chillán, el balonazo cruzado para Matías Fernández sobre el sector derecho.
En una de esas pelotas, el lateral diestro logró pivotear de buena manera y Jeisson Vargas repitió como ante Ñublense para el descuento.
Se nublaron
Con el dos a uno las perspectivas para el segundo tiempo parecían favorables, pero la dinámica del partido nunca le acomodó a los de Meneghini, que salían lento, y profundizaban tarde y mal.
Con pocos espacios en la zona del área rival, el balón se le enredaba en los pies a los volantes caleranos, y el compromiso se hizo muy adverso para Sebastián Sáez, quien nunca recibió un balón con ventaja, y casi no pudo patear al pórtico de un atento Requena.
Cuento aparte lo de Nicolás Orellana, que se esfuerza, se despliega e intenta. El zurdo estaba decidido a romper su larga sequía de goles, pero los dos remates que sacó en el complemento fueron devueltos por los largueros, en una verdadera maldición para el delantero y para Unión La Calera.
Y Cobresal en lo suyo. Como su contingente de atacantes es mucho más generoso, Huerta recurrió a Reynero y Donoso para refrescar los contragolpes, en realidad ellos estuvieron más cerca del tercero que Calera del empate.
Otra vez el cuadro de Meneghini se cae cuando no debe. Si ganaba o incluso si empataba quedaba solo en el tercer lugar, pero perdió, para variar.