17 saqueos, 51 barricadas y 79 detenidos tras aniversario del 18-O
Manifestantes que marcharon para conmemorar la fecha del estallido social intentaron evitar acción de delincuentes pero no pudieron con ellos. Pequeños comerciantes tendrán que volver a levantarse. Porteños repudian nuevos daños en Plaza Victoria.
"A río revuelto ganancia de pescadores" reza el dicho que bien grafica lo ocurrido tras las manifestaciones para conmemorar el 18 de octubre en la Región de Valparaíso. Y es que nuevamente aprovechándose de la masividad de las marchas y reuniones en torno a esta fecha histórica, un grupo aparentemente organizado protagonizó robos y saqueos, distrayendo el foco y el objetivo de los manifestantes.
El balance de las autoridades (ver página 4) dejó un total de 17 saqueos consumados, 51 barricadas y 79 detenidos.
Ciudad de la furia
En la ciudad puerto, nuevamente y a pesar de las coordinaciones previas, los pequeños comerciantes de Esmeralda, Condell, Cumming y Subida Ecuador volvieron a convertirse en el foco de la acción vandálica con daños en sus estructuras, saqueos e incluso golpizas a sus propietarios las que por fortuna no provocaron más que lesiones que impedirán en todo caso olvidar fácilmente esta nueva conmemoración.
Héctor Arancibia, presidente de la Corporación Comercio Unido de Valparaíso, comentó ayer en la mañana que aún realizaban el catastro detallado de los daños sufridos por los comerciantes y aseveró que esta segunda conmemoración del 18 de octubre fue muy distinta a lo que pasó en el primer aniversario, cuando en el sector solamente fueron saqueados dos locales.
"Ahora fueron muchos, tenemos Starken, Doña Carne, Family Shop, un local por abrir en Esmeralda. Destruyeron cortinas de la Eco Farmacia, una joyería…Eran verdaderas jaurías de hienas los que estaban ayer (lunes), solamente delincuentes, que quede claro, porque nosotros vimos a los manifestantes y estuvimos ahí, vimos a la gente pacífica que incluso correteó a delincuentes en la avenida Francia", aseguró el dirigente.
Arancibia recordó lo complejo que ha resultado levantar al comercio de calle Condell y que tras largos meses post estallido de 2019 y post pandemia, lo ocurrido el lunes genera temor y pesimismo.
"Nos hemos ido reactivando, se han ido arrendando locales para darle un poco más de vida pero con esto cuándo vamos a poder dejar de ser verdaderos búnker, cuando vamos a poder tener nuestras cortinas abiertas. Tenemos que seguir viviendo con temor", añadió.
Y es que en su caso y el de otros comerciantes, a diferencia del año anterior, los hechos delictuales producidos post manifestaciones tuvieron un nivel de violencia nunca antes visto.
"En cuanto a agresión física fue el día más violento que hemos vivido, mucho más que los que pasamos por cinco meses en el estallido del 2019, mucho más del primer aniversario. Éramos un grupo de seis personas y fuimos agredidos por una turba de 15 personas, tal vez más. Nos amenazaron con piedras, nos golpearon, nos metieron las manos en los bolsillos, intentaron robarme el celular, a otro le robaron cajetillas de cigarros, nos empujaron, nos apedrearon y a uno de nuestros amigos le llegó una piedra en la cabeza y le dejaron un tremendo chichón. La única lectura que podemos hacer, aún en caliente, es la falta de pantalones de este Gobierno que ha permitido que todo esto suceda. Hacemos la diferencia entre manifestantes y delincuentes y contra los delincuentes pedimos mano dura", reiteró el presidente de Comercio Unido.
Insuficiente
Cortina metálica reforzada y reja de fierro, nada impidió que una turba de casi 50 personas irrumpiera en la tienda Family Shop ubicada en Condell casi al llegar a la Plaza Victoria.
A eso de las 21 horas, un grupo de personas ingresó al local generando daños estructurales y pérdida de mercadería.
Así lo confirmó Cristian Lobos, encargado de seguridad de la tienda de vestuario donde trabajan cerca de 20 personas, todas porteñas.
"Habíamos adoptado refuerzo de rejas, cortinas, sistema de cámaras, alarma… Carabineros alcanzó a llegar antes de que siguieran haciendo daños, pero ya habían ingresado cuando llegaron. Las cámaras ya están a disposición para ser entregadas a Fiscalía, era una turba. Esto (la cortina) lo hicimos posterior al estallido social. Ahora vamos a tomar medidas de mitigación para ver cómo podemos reforzar porque se anuncian más marchas para hoy y sin saber qué va a pasar", comentaba ayer el encargado.
Lobos coincidió en catalogar como "terrible y compleja" la situación, especialmente por la incertidumbre laboral que este tipo de eventos ocasiona.
"Hay que gente que trabaja acá que puede perder sus fuentes de trabajo y el daño que se provoca... En 2019 estuvimos cerrado, logramos abrir, luego fuimos saqueados y estuvimos en esa condición un tiempo, cerramos por el resguardo de nuestros trabajadores, abrimos, cerrábamos antes porque había marchas. Después vino la pandemia que por la cuarentena estuvimos cerrados", detalló.
Aún no abrían
Igualmente dramático fue lo ocurrido a un matrimonio de venezolanos que hace un mes comenzaron a remodelar un local que arrendaron en calle Esmeralda y que hasta el 2019 albergó a Maicao, una tienda de venta de artículos de belleza.
Tras años de ahorros y ya con la intención de poder arraigarse económicamente, la pareja decidió arrendar este local y establecerse con un minimarket y fiambrería. Sus pretensiones apuntaban a inaugurar este fin de semana sin embargo, este lunes, tras la marcha por el 18-O un grupo de antisociales amenazó a los dueños y arrasaron con el local.
"Lastimosamente se robaron varias mercaderías, cajas de aceitunas, herramientas, una balanza que sale como un millón 200. Es como un millón 700 lo que se pudieron llevar, con suerte no teníamos más. Fue muy triste porque uno quería resguardar el local y nos encontramos con que estábamos cerrando y nos pedían las llaves, nosotros decíamos que no. Nos querían quitar las llaves, a mi esposo le golpearon la cara, a mí me querían agredir, pero luego de que nos fuimos entraron, rompieron un vidrio, la cortina e ingresaron", relató aún atemorizada Andrea.
Inocentemente, la pareja había instalado un cartel en la cortina de su local advirtiendo que ya no se trataba del mismo local (Maicao), sin embargo, no les sirvió de nada e igualmente fueron atacados.
"Son muchos ahorros, esfuerzos, luchando en este país para salir adelante. Es muy triste porque estamos empezando, estamos luchando así como ellos luchan por un futuro mejor, por un Chile mejor… pero no entienden que hay que marchar pacíficamente, de otra forma, tener sentido de pertenencia por nuestro país, yo soy colombiana pero estoy en un país que me ha brindado muchos beneficios y oportunidades, pero esta no es la forma, saquear y robar a los empresarios, microempresarios, a quienes estamos emprendiendo, no es la forma", manifestó la residente.
A sólo unos pasos de Esmeralda, nuevamente la pérgola volvió a ser epicentro de destrozos y daños.
Un grupo de antisociales provocaron daños contra uno de los locales que lleva ya dos años cerrados en este lugar. Rompieron la puerta y saquearon el depósito de materiales.
El resto de los locatarios agradeció no haberse visto afectados por los desmanes y aseguraron que los daños a la pérgola son continuos y no se relacionan con lo ocurrido tras las manifestaciones.
"Los destrozos aquí y los rayados y pintados es cosa de todos los días. La pintura no dura un sólo día, literal...pareciera que fuera un plan externo de dañar porque no tiene sentido", comentó Ronald, quien trabaja en uno de los locales de más de 80 años de existencia en la pérgola.
Otra comerciante de calle Cumming que pidió no ser identificada por temor, mostró los daños provocados a la infraestructura como la extracción desde sus bases de un par de cámaras de vigilancia.
"Este es un enorme retroceso, pero lo que más duele es que no es gente de aquí porque la gente de aquí estaba cuidando, los que vinieron son gente de afuera. Todos los cabros (sic.) que viven acá estaban cuidando los negocios, los que vienen a hacer daños son personas de afuera. Hicieron mucho daño, incluso empezaron a romper el cemento para tener qué lanzar", comentó la comerciante que además reside en las cercanías y temía que ayer ocurriera nuevamente lo mismo.
Plaza victoria
Otro punto de afectado en la ciudad fue la Plaza Victoria, espacio que desde enero pasado se encontraba siendo intervenida precisamente con la puesta en funcionamiento de su pileta central, remozamiento de sus jardineras y esculturas. Todo ayer, volvió a cero, o gran parte, con escaños de madera arrancados desde sus bases y los de hormigón destruidos para usar sus trozos como proyectiles. Para quienes ayer pasaban por el lugar lo ocurrido no tiene justificación y condena a Valparaíso estar sumido siempre en un estado de abandono.
"Me parece horrible, estas son cosas que no debiera suceder, estos son espacios públicos que todos ocupamos. Las manifestaciones debieran ser siempre pacíficas, sin destrozos, da pena ver la plaza así", comentó Claudia, de Playa Ancha.
En similares términos se pronunció Omar de cerro Alegre, quien lamentó que las manifestaciones se vean ensombrecidas con estos desmanes.
"No es la forma de protestar, pero haciendo daño a la misma ciudad no es el modo", comentó.