Sabina descarta presentarse hasta el fin de las mascarillas
El cantautor español aseguró que planea volver a los escenarios cuando las medidas de la pandemia desaparezcan y la gente "pueda levantarse a fumar o tomar una copa".
Agencia Efe
Con la convicción de que a sus 72 años no se ha convertido en un "hijo de puta", el cantante español Joaquín Sabina mostró esta semana su faceta de bibliófilo al dejar en la Caja de las Letras Instituto Cervantes, en España, no solo su icónico sombrero bombín, sino que también su colección completa de la revista literaria argentina "Sur" (1931-1992).
"He escrito un libro, he tenido dos hijas y en Rota trasplanté un olivo. No me falta nada y estoy moderadamente en paz conmigo mismo teniendo en cuenta que la gente de mi generación pensábamos que no íbamos a ser nunca adultos porque los adultos eran siempre unos hijos de puta", dijo el artista entonces.
"He llegado a los 72 años y aún no me considero un hijo de puta, y con eso me basta", expresó Sabina tras guardar su legado en la cámara acorazada del Instituto Cervantes, que guarda la herencia de numerosos artistas.
De acuerdo al músico este espacio pasó a ser "su casa" ya que para él "ahora que se dicen tantas tonterías sobre la muerte de España, nuestra mayor riqueza es el idioma", destacó momentos antes de llenar al completo su caja.
En ese mismo momento, la voz de "19 días y 500 noches" dijo que no volverá a los escenarios "mientras que la gente esté con mascarilla y no pueda levantarse a fumar o tomar una copa", un tiempo que ha calculado entorno al "año y medio" sobre todo al pensar en un regreso a Latinoamérica.
"No pienso volver a los escenarios mientras la gente esté con mascarilla o no pueda levantarse o fumar o tomar una copa y me temo, sobre todo en Latinoamérica, que no será hasta dentro de un año y medio. Pero si volveré a decir hola y adiós", expresó Sabina.
Respecto a su bienestar, el artista afirmó que se encuentra "bien", sobre todo por "haber sobrevivido a estas maldades que nos han asolado".
"No he tenido covid, me he portado como un ciudadano ejemplar, he seguido fumando y bebiendo y me siento bien", dijo orgulloso.
Sobre esta entrega de también algunos manuscritos, dibujos y fotos personales en el Instituto Cervantes, el cantante acusó que en esta oportunidad piensa en el dinero por una "cuestión de "edad" y por esa "cosa burguesa" de asegurarle a sus hijas el futuro.
"A mi el dinero nunca me ha importado, me servía para que mis amigos pudieran ir a donde no podían o para que cenaran en los restaurantes que no podían. Así que lo despilfarré regalándoselos y pasándolo muy bien", dijo.