Si hace un mes le decían a cualquier hincha que Santiago Wanderers ganaría tres partidos consecutivos, seguramente el descrédito hubiese sido inmediato. Pero el fútbol es impredecible y hoy los porteños gozan de una nueva ilusión con una mejora considerable de su rendimiento que a su vez se ha logrado ratificar en los resultados.

Así fue como el Decano consiguió una nueva victoria, esta vez contra Ñublense en Chillán, en un encuentro que estuvo marcado por los errores y aciertos de uno y otro elenco, que finalmente terminaron definiendo el resultado a favor de los verdes.

Los pupilos de Emiliano Astorga mostraron hambre desde el inicio, inquietando peligrosamente la portería de Nicola Pérez con un tempranero tiro en el palo de Paolo Guajardo apenas a los 2 minutos. Segundos después, Matías Marín, la principal figura en la tarde chillaneja, probó con un disparo sorpresivo de media vuelta que se elevó unos metros sobre el horizontal.

Entrado en la primera etapa, rojos y caturros comenzaron a anularse en la zona media de la cancha, con pocas chances claras de gol para ambas escuadras. Recién a la media hora, Ñublense conoció las manos de Viana.

La apertura de la cuenta para los locales llegó a los 35' en una desinteligencia defensiva de José Manuel Aja, quién no despejó a tiempo y en la lucha por el balón terminó perdiendo el duelo con Nicolás Guerra, quién alcanzó a meter su pie izquierdo para superar la resistencia de Viana.

Remontada

El DT porteño movió las piezas en la segunda etapa con el ingreso del debutante Damián Arce, aunque Ñublense también tuvo ocasiones de abultar el marcador. Sin embargo, fueron los visitantes quienes pudieron resolver las claves que presentó el juego con las posteriores sustituciones que hizo Astorga para darle refresco a la ofensiva del Decano.

El empate llegó a los 75' en una tiro libre jugado rápido por Martín Villarroel. El balón fue recibido por Marín quién le entregó una gran pelota con ventaja a Aldrix Jara que desconcertó a la defensa de Ñublense. El atacante eludió al golero Pérez colocando la paridad.

Los dirigidos de Jaime García sintieron el golpe y Wanderers lo notó. Aprovechando la desconcentración del equipo local, una jugada asociada entre Jara, Gama y Arce terminó en un remate al travesaño, aunque el argentino tendría su revancha.

Debut soñado

La algarabía verde se desataría al final. A 10 minutos del término, un tiro libre desde la izquierda fue la clave para Wanderers, ya que cuando todos esperaban el centro, Marín jugó rápido hacía atrás para un Arce que apareció sin marca y que con un violento remate puso el 2-1.

En el epílogo, Ñublense tendría dos chances de cambiar su suerte, pero los remates terminaron desviados por los palos de Viana. De esa forma se selló la tercera victoria consecutiva de los porteños en Primera división, algo que no ocurría desde 2016 y que mantiene viva la ilusión por no descender.

Lucas Suárez Torres

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