Unión La Calera le regaló una buena victoria a sus fanáticos
En un partido sin grandes jugadas, una patriada de Érick Wiemberg y un tiro libre de Jeisson Vargas le permitieron al equipo rojo descontar distancia con el puntero.
Claudio Morales Salinas - La Estrella de Quillota - Petorca
Unión La Calera volvió al triunfo en condición de local y por fin hizo celebrar a sus hinchas que llegaron en una cantidad cercana a los dos mil espectadores, y que no habían visto ganar a su equipo desde que pudieron regresar al estadio.
Partido cerrado, con pocos espacios, y con ambos equipos cubriendo todos los sectores para entorpecer el juego del rival. Cada vez que la tenía alguno de los volantes talentosos, Castellani o Vargas en los rojos, Fernández en los celestes; aparecía alguien para interceptar el pase, para meter la pierna o cometer infracción.
Tampoco aportaban demasiado quienes debían generar el juego o romper líneas. Meneghini apostó por Valencia como carrilero izquierdo, y el siempre resistido Orellana como acompañante del "Sacha" Sáez en la delantera. No había mucha posesión para Unión La Calera, ni tanto vértigo para O' Higgins. Larrondo pivoteaba en cada sector de la cancha donde le tiraban una pelota, o lo intentaba en realidad. Sáez también se movía en busca de espacios, pero era difícil encontrarlos.
Igual el rapado delantero es insistente, y muchas veces se ilumina cuando tiene que descargar. Así lo hizo en los 38 minutos, cuando abrió el balón en un claro que vio por el sector izquierdo. Y si los de arriba no se sacaban la marca, fue Érick Wiemberg quien ocupó espacios ofensivos, y desde su puesto de stopper izquierdo, llegó al área, hizo la diagonal y remató cruzado ante el achique del debutante arquero Alejandro Sánchez. Fue el estreno goleador del zurdo valdiviano desde que llegó a Calera el 2019.
Lo cerró vargas
En el segundo tiempo el trámite del partido no varió demasiado, las impresiones no siempre fueron de la mano con la voluntad que ponían los equipos, pero la urgencia era de O' Higgins y el conjunto de Miguel Ramírez demostró por qué ha ganado solo uno de los seis partidos que ha dirigido.
Pero la voluntad imperó en un duelo sin grandes luces, y ese empeño lo puso Matías Laba, que recuperó uno de los tantos balones perdidos en el medio, y se fue frontal hacia el área, chocó con la defensa cuando llegaba a zona de definición, pero le hicieron falta y generó así un tiro libre peligroso, tan peligroso que Jeisson Vargas ejecutó con precisión desde la medialuna, con un derechazo que se clavó arriba ante un paralizado portero visitante.
Lo demás fue tratar de mantener la pelota para encontrar espacios, mientras O' Higgins se desgastaba con un juego infructuoso, que ni siquiera mejoró con las modificaciones.