Por Yvaín Eltit

En 1942, las organizaciones chilenas preocupadas por nuestro folclor eran el Instituto Chileno de Arte Popular, dependiente de Comisión Chilena de Cooperación Intelectual; el Museo de Arte Popular Hispanoamericano; y la Sección Folklore (Arte popular) en el Museo Histórico Nacional. Sin embargo, era urgente un nuevo proyecto fundacional, pues tras el fin de la Sociedad de Folklore Chileno (1909-1913), creada por el lingüista alemán Rodolfo Lenz Danziger (1863-1938), supuestamente fusionada con entidades históricas que asumieron el desafío, nada más hicieron por continuar aquel mandato.

En palabras del consejero de la Sociedad de Folclor Chileno, profesor Gabriel Salazar Vergara (1936): "Se han olvidado los productos del pueblo chileno, estas flores históricas que llamamos folclor a lo largo de su larguísima historia de opresión, marginalidad, represión, explotación, usurpación de soberanía, etcétera. El folclor ha quedado arrumbado, solamente existe gracias a figuras como Oreste Plath (1907-1996) y Eugenio Pereira Salas (1904-1979)".

La gesta la inició Oreste Plath con el director del Museo Histórico Nacional, doctor Aureliano Oyarzún Navarro (1858-1947), convocando a 28 académicos, artistas e intelectuales, de los cuales nueve eran mujeres, un hito revolucionario para la época; entre ellos figuran las escritoras Josefa "Pepita" Turina (1907-1986) y Henriette Morvan (1902-1999), seudónimo de Enriqueta Petitpas Cotton; la compositora María Luisa Sepúlveda Maira (1883-1958); y el Premio Nacional de Artes Musicales (1951) Domingo Santa Cruz Wilson (1899-1987), entre otros.

La sesión inaugural se realizó el 3 de febrero de 1943 en el salón de conferencias del Museo Histórico Nacional en calle Moneda N°610 (Santiago). El directorio quedó conformado por Aureliano Oyarzún (presidente), Oreste Plath (vicepresidente) y como directores Carlos Samuel Reed Rosa (1888-1949), Sady Zañartu Bustos (1893-1983) y Carlota Andreé (1902-1988), cuyo nombre legal era Mercedes Ponchier Riquelme.

Las tres áreas programáticas en las bases de la Asociación fueron: 1) Tradición chilena: costumbres, lengua y literatura; 2) Ergología folclórica: artes plásticas y artesanías; y 3) Música y coreografías populares.

Para ejecutar las acciones se proyectaron archivos, bibliotecas y registros fónicos, actividades de campo y extensión, y producción intelectual.

Desde el 29 de enero de 2021 la Asociación Folklórica Chilena se reconstituyó como Sociedad de Folclor Chileno en la municipalidad de Estación Central.