El 15 de septiembre dejaba este mundo Juan Carlos Toro Antuña, profesor de historia, directivo docente, bombero, amigo y maestro. Una persona excepcional con un fuerte compromiso con el servicio público, lo conocí siendo alumno secundario, me ayudó a preparar la entonces Prueba de Aptitud Académica e incluso en aquellos primeros semestres de universidad, esos en que tomas consciencia que no sabes estudiar ni leer. Los años pasaron y compartimos diferentes pasiones, formamos juntos vistiendo la "guerrera verde" de los tercerinos de Viña del Mar; él fue gestor y consolidó el actual mausoleo de aquella más que centenaria institución. Conversábamos de historia, política... aunque nunca de fútbol.
El profesor de antaño se transformó en amigo, aunque en realidad siempre fue un maestro y sobre todo una persona con profunda concepción humanista. Recuerdo con orgullo cuando me felicitó por mi primer libro el año 2009, manifestando que "algún día esperaba cumplir esa meta", pasaron los años, lustros y una década, la promesa estaba hecha aunque el tiempo, la distancia y postergar la idea fue consumiendo el tiempo.
El libro de "La historia del Cuerpo de Bomberos de Viña del Mar" esperó su prólogo, faltó el cierre, quizás esa conversación final trascendental, animada y seria, aunque siempre certera del maestro, el que se fue pero no puede ser olvidado.
Amigo, profesor, bombero, camarada, maestro.... marcaste generaciones de personas, con tu sonrisa y broma rápida, seriedad y decisión cuando era necesario y sobre todo con entrega sincera, descansa en paz y consuelo a los tuyos.
Francisco Sánchez, historiador