Pide dinero en la calle para poder comprar silla de ruedas eléctrica
Nicole Vergara tiene 31 años, padece de esclerosis múltiple secundaria progresiva. Quiere trabajar y no depender de alguien para desplazarse.
En el semáforo de San José con Agua Santa se instala todos los días Nicole Vergara y su pololo Peter Acevedo. Con carteles pide ayuda para poder comprarse una nueva silla de ruedas debido a que la que tiene desde hace 4 años, está rota y no le permite desplazarse de manera independiente por la ciudad.
El 2017, Nicole de actuales 31 años, fue diagnosticada con esclerosis múltiple secundaria progresiva, enfermedad que ha afectado su movilidad y su visión. La joven asegura que su mayor deseo es poder adquirir una silla de ruedas a motor que le permita de manera independiente desplazarse y no depender de su pololo, que trabaja como maestro pintor.
La joven, oriunda de la Región Metropolitana llegó hace dos meses a Viña del Mar, por amor, según cuenta. Conoció a Peter Acevedo y decidió venirse con él a la Ciudad Jardín y probar suerte fuera de Santiago.
"Quiero tener otra vida acá, estaba muy estresada, no había podido encontrar trabajo y opté por venirme a Viña", planteó.
Nicole Vergara muestra que la silla de ruedas en la que se desplaza se rompió en la zona donde apoya la espalda. Con su discapacidad plantea que ideal es poder contar con una silla a motor que le permita tener mayor autonomía.
"Una silla a motor cuesta un millón 79 mil pesos. Llevamos 318 mil pesos y nos falta harto. Yo soy muy agradecida, la gente es muy generosa, pero hay días y días. Ayer (lunes) fue un día bueno, pero no todos los días son iguales", planteó la joven.
Nicole Vergara reconoce que en enero de 2020 del municipio de Quilicura le donaron una silla de ruedas eléctrica, sin embargo se le agotó la batería y nunca más pudo volver a usarla.
A Nicole le gustaría hacer conciencia sobre el mal estado de las calles en la Ciudad Jardín y lo poco amigable que, plantea, son las calles para personas con capacidades distintas que como ella deben desplazarse en silla de ruedas.
Peter Acevedo está hace 2 meses con Nicole, y la acompaña todos los días en el semáforo de San José con Agua Santa.
"Hicimos algunos trámites en la municipalidad para buscar trabajo para ella, pero no nos ha resultado nada. Yo soy maestro pintor y he tenido algunos pololitos. Además recibimos el IFE que nos permite cubrir el arriendo de una pieza", comentó el trabajador.
De acuerdo con la credencial del Registro Nacional de la Discapacidad, Nicole Andrea Vergara Brito presenta un 67,50% de discapacidad física severa y también discapacidad sensorial visual.
"Mi enfermedad ha avanzado bastante y estoy en la calle pidiendo plata porque no me han dado trabajo y necesito una silla de ruedas (...) Desde que uso silla de ruedas, que es hace 4 años, no he podido volver a trabajar. Andando en este tipo de silla de ruedas es difícil porque dependo de otra persona, por eso mi sueño es poder tener una eléctrica que me permita andar sola", comentó.