Aumenta mortalidad de cormoranes guanay
Especialista en fauna explicó la situación que ha encendido las alarmas. Enfermedades y poca experiencia de vuelo serían las razones.
Francisca Palma Schiller - La Estrella de Valparaíso
Una alerta se ha encedido por estos días en las costas de la región: se ha registrado la muerte de cientos de aves marinas en las playas de la zona central, principalmente en Pichilemu, Santo Domingo, San Antonio, Tunquén e incluso, Valparaíso.
Especies fallecidas y moribundas ha sido el panorama en las mencionadas playas, hecho que ha preocupado a la población, como también a expertos en el área. ¿Qué está pasando con estos ejemplares?
Según el análisis realizado por el experto en fauna y naturalista, José Luis Brito, los casos de los que se tiene registro corresponderían a la especie de cormoran guanay, específicamente aquellos juveniles o inmaduros, que aparecen muy débiles, razón que provocaría la alta mortalidad de estas aves.
"Cada año, en la misma época, se viene registrando este fenómeno de mortalidad en la misma especie, entre fines del invierno y comienzos de la primavera y la mayor parte de los años pasa casi desapercibido y en años en que mueren más la gente o el público lo nota", indicó el experto.
Añadiendo además que, "según los datos de colaboradores, observadores, guardaparques, médicos veterinarios y otros voluntarios ya se han reportado fallecidos, hasta agosto, unos 30 en la zona de Pichilemu, Matanzas, Navidad, otros 30 en la playa sur de Santo Domingo, 12 en la playa Marbella, 4 en la playa de Llolleo, uno en la desembocadura del Maipo, uno en la laguna Llolleo, aproximadamente 20 en Cartagena, 18 en El Tabo, 20 en Algarrobo, y 10 en Tunquén".
Causa
En cuanto a la causa de estas masivas muertes, el especialista plantea dos hipótesis. Por un lado, alguna enfermedad y, por otro, la falta de experiencia y capacidad en el vuelo costero.
"Puede tratarse de alguna enfermedad -virus o bacteria- o por otro lado, y el hecho que sean sólo juveniles, puede indicar que se trata de aves sin experiencia y poca capacidad de vuelo costero y no logran encontrar suficiente alimento, a lo que se sumó más de dos semanas de fuertes vientos y marejadas que les pueden haber impedido aún más lograr encontrar su comida", manifiesta.
A estos factores se agregaría también la disminución de sus presas.
"Es probable que esta mortalidad de juveniles de esta especie se produzca cada año por la evidente disminución de sus presas. Cada año hay menos de los peces en las costas de los que ellos necesitan. En estos casos se recomienda avisar al SAG", precisó.
20 aves, hasta agosto, habían fallecido en Cartagena, 18 en El Tabo, 20 en Algarrobo y 10 en Tunquén.