Tibia sentencia para el "ladrón de estatuas" dejó a todos "plop"
Porteño Lautaro Triviño, catalogado como el héroe anónimo del rescate de "La República" y la encargada patrimonial del municipio concordaron que condena en libertad de empresario difícilmente sentará precedentes en casos similares.
Afines de noviembre del 2018 en un predio ubicado en San Francisco de Mostazal (Región de O'Higgins), propiedad de Raúl Schüler Gatica, la Brigada de Delitos contra el Medio Ambiente y el Patrimonio Cultural (BIDEMA) de la Policía de Investigaciones (PDI), incautó más de 130 obras de arte, restos arqueológicos y objetos históricos avaluados en varios cientos de millones de pesos. Entre ellas una estatua que se presume robada desde la Plaza Rubén Darío de Valparaíso; ocho estatuas de mármol que pudieron ser sustraídas del Cementerio General; dos cofres de plata y algunos candelabros que desaparecieron de la Iglesia de San Francisco, y dos esculturas que adornaban uno de los accesos del cerro Santa Lucía.
A casi tres años de ese episodio, el Juzgado de Garantía de Graneros condenó al empresario Raúl Schüler a las penas de 3 años y 541 días de presidio -con beneficio de libertad vigilada- y al pago de 100 UTM. Esto, por los delitos de receptación y daño patrimonial de monumento paleontológico.
Lautaro Triviño, porteño, investigador urbano y constante denunciante del deterioro patrimonial de Valparaíso, fue sin quererlo uno de los protagonistas de esta historia, pues gracias a su denuncia en los medios sobre la desaparición de la estatua La República la PDI dio con este exótico coleccionista y ahora sentenciado empresario Raúl Schüler Gatica.
Héroe incidental
Según destacó Emol hace un tiempo, hace más de tres décadas que Lautaro Triviño empezó la historia que condujo al inédito hallazgo en los jardines Schüler; fue en 1985, cuando El Mercurio de Valparaíso publicó una colección de fotos antiguas del puerto. Ese fue el germen de su afición por las piezas patrimoniales y el envío de cartas a los medios quejándose por cosas que no se resguardaban apropiadamente.
"Ascensores, tranvías o trolleys, pero también estatuas perdidas. Entre ellas, una francesa que se esfumó en 2003 y que parecía ser la misma de un artículo de casas patronales en el sitio web Dindep. Alguien puso ese artículo como vínculo en su Facebook y ahí fue donde él notó la similitud con la obra robada de la plaza Rubén Darío hace 18 años" destacó el medio en 2018.
En concreto, "La República", cuando fue puesta en la Plaza Rubén Darío, a los pies de la Escuela Naval en Playa Ancha, la habían llamado «Minerva». Antes habría estado en la Plaza de la República, también en el cerro Playa Ancha y de ahí tomó su nombre previo, "La República". Pero aún antes, en la década de 1870, se llamaba "La Industria". Elemento clave: este primer nombre se hacía patente porque en su mano izquierda la mujer sostenía un engranaje, mismo que le faltaba a la del fundo: "No podía ser otra", se dijo Triviño, pero con el paso de los meses y el extenso proceso, el mismo declaró: "el tipo que tenía las esculturas no la va a sacar ni por curado seguro. No va a pasar nada".
-¿Qué le parece la sentencia de Schüler?
En resumen le tocaron donde más le duele que es bolsillo. Es que lamentablemente no se pudo comprobar que las había encargado o enviado a robar. Pero no pudo negar que las tenía en su poder y de ahí el delito de receptación. En parte yo creo que se hizo justicia y espero que esto siente un precedente, pues lamentablemente hay muy poca memoria de preservación de la cultura. Desde mi punto de vista no veo que este delito se vaya a extinguir, creo que seguirán los robos a elementos patrimoniales.