"Es una burla a todo el conocimiento científico"
Bióloga marina e investigadora de la UV, analizó la polémica aprobación del proyecto minero "Dominga".
Francisca Palma Schiller - La Estrella de Valparaíso
Como un verdadero balde de agua fría recibió la comunidad científica la noticia sobre la aprobación del proyecto minero Dominga por la Comisión de Evaluación Ambiental de Coquimbo este día miércoles.
Así lo reconoció la bióloga marina Maritza Sepúlveda, académica de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Valparaíso (UV), quien desde el año 2009 ha desarrollado diversos estudios en la zona de Chañaral de Aceituno y el archipiélago de Humboldt, lugar donde se construiría el puerto del yacimiento. Lugar considerado un hotspot de biodiversidad a nivel mundial, por albergar y ser el punto de encuentro de una gran riqueza de especies marinas, que llegan al lugar desde distintas partes del planeta.
"Chañaral de Aceituno es hoy el destino turístico más importante para el avistamiento de grandes cetáceos de todo el país. Si no somos capaces de darnos cuenta y darle la importancia que esto tiene, si no somos capaces de valorar ese tremendo recurso, como país estamos cometiendo un gravísimo error", indicó Maritza Sepúlveda.
Además, la científica reveló su frustración al señalar que, "lo considero como una burla a todo lo que se ha intentado hacer, al conocimiento científico que se ha proporcionado, a toda la presión social de las comunidades por intentar proteger el archipiélago de Humboldt. Pienso que esto es un tremendo revés y que nos demuestra una vez más como el modelo económico que impera en este país se coloca por encima del medio ambiente".
Impacto
Con respecto al impacto del proyecto minero en la naturaleza, la académica advirtió que las consecuencias son directas para el ambiente marino.
"Es una voz de alarma que como científicos hemos puesto a las autoridades para que se regule la zona de tránsito y la velocidad a la que circulan estas grandes embarcaciones, porque es una zona de alimentación para estos animales tremendamente importante. Pero no sólo las colisiones son un riesgo, también el ruido que emiten estas naves va a alterar enormemente la comunicación que tienen estos animales, junto a un aumento del estrés. Nuevamente vamos a invadir, perjudicar y quitarle la calidad a un lugar que los animales habían elegido para alimentarse y descansar por meses", manifestó la experta.
Finalmente, la bióloga marina puso sobre la mesa los estudios que se han realizado en el lugar, destacando la importancia del espacio en cuanto a biodiversidad.
"A partir del 2012 y hasta la fecha hemos estado trabajando con pequeños y grandes cetáceos, principalmente en lo que tiene que ver con alimentación, patrones de retorno y permanencia de los animales en la zona. Con transmisores satelitales tratamos de identificar las rutas de movimiento. En el caso de los chungungos establecimos por primera vez, las zonas donde habitan y la abundancia de la especie. Y junto a un colega realizamos estudios de actualización de abundancia de pingüinos", explicó.