Claudio Morales Salinas

Gris como la indumentaria que lució en el estadio Huachipato CAP Acero, fue el partido que jugó Unión La Calera en Talcahuano. Sin embargo, el punto que rescató en el sur le permite al elenco de Francisco Meneghini seguir como exclusivo líder del campeonato con los 25 puntos que tiene en su cuenta.

Números positivos para el segundo proceso del técnico argentino en el club, pues suma hasta ahora dos triunfos como local y un par de igualdades en condición de forastero.

Sin embargo, el rendimiento del equipo calerano ayer estuvo distante de lo que su propio entrenador aspira, y las complicaciones no se hicieron esperar, ya que en el arranque del duelo, Gonzalo Castellani se ganó la sexta tarjeta amarilla del torneo por una fuerte entrada sobre Juan Córdova, jugador que encabezó las cargas más peligrosas de Huachipato por el sector izquierdo de la zaga calerana. De hecho, llamó la atención que jugara Yerko Oyanedel como titular, y no Erick Wiemberg, quien solo ingresó en el segundo tiempo .

"Fue por una decisión estratégica y táctica; el juego del rival, los minutos de juvenil, entre otros factores influyeron", explicó Meneghini por el cambio de lateral zurdo.

En los primeros 45 minutos, solo Christian Vilches pudo haber desequilibrado en el arco de Castellón, pero su cabezazo a quemarropa tras tiro libre de Vargas, se fue blando a las manos del golero.

De ida y vuelta

En el complemento Huachipato se fue desesperando a medida que pasaban los minutos. Los de Juan José Luvera necesitaban el triunfo para escapar de las últimas posiciones, y si bien tuvieron ocasiones para desnivelar, como un remate frontal de Cris Martínez que se fue desviado, al mismo tiempo dejaron más espacios en defensa, lo que aprovecharon tanto Andrés Vilches como Simón Ramírez para acercarse al gol.

También lo tuvieron el "Quili" -otra vez- y García en balones detenidos, pero el cero no se rompió en el CAP.

Meneghini analizó el empate: "Fue un partido muy trabado. Ellos encontraron al inicio algunas zonas donde tenían superioridad numérica, y creo que después con los ajustes, nos acomodamos mejor y tuvimos más control del juego, aunque sin poder profundizar demasiado, pero ya no sufrimos ese vértigo. Sacamos un punto, pero queríamos ganar ".

La Estrella de Valparaíso