Déficit de precipitaciones llega al 75% en la Región de Valparaíso
A las preocupantes cifras se suma también a la escasez de nieve acumulada. Un difícil escenario en el que asegurar el consumo humano es primordial.
Mirian Mondaca - La Estrella de Quillota - Petorca
Uno de los inviernos más secos del último tiempo hemos experimentado este 2021, pese a que el fenómeno de La Niña ya acabó y entramos en un año catalogado como neutro. De hecho, según datos de la Dirección Meteorológica de Chile, actualizados al 20 de julio, el déficit de precipitaciones en la Región de Valparaíso alcanza el 75%.
Pero eso no es todo, porque a aquella preocupante cifra se suma el aún más abultado déficit de nieve acumulada, lo que pone en veremos la disponibilidad de agua para el riego, el ganado y el consumo humano en la zona.
Según información de la Dirección General de Aguas (DGA), actualizada al 20 de julio, este se empina al 87,61%.
En este complejo escenario, es inevitable no sentir preocupación sobre un eventual racionamiento de agua potable en la región. Si bien lamentablemente aquella es una problemática conocida en varias comunidades rurales, no lo es para las áreas urbanas donde se aprecia la casi inexistencia de las lluvias.
A modo de muestra , según información proporcionada por Esval, el embalse Los Aromos alcanza actualmente un nivel del 21,2% Peñuelas un 0,6% (lo que hoy no permite su uso) y el Tranque La Luz un 69,6%.
Planificación
Con aquellas cifras a la vista, Alejandro Salas, gerente regional Esval, sostiene que es una labor permanente de la sanitaria asegurar el abastecimiento de agua, lo que requiere planificación.
Por lo anterior, señala que están constantemente evaluando nuevas acciones que permitan dar más resguardo "y cumplir con nuestro compromiso: que a nadie le falte agua".
"Gracias a esa labor hoy contamos con una red más flexible, más fuentes y buenos acuerdos con las juntas de vigilancia. Así hemos logrado -aun con la profundidad de la sequía- mantener nuestro servicio sin alteraciones. El aporte de las Juntas de Vigilancia ha sido especialmente clave en las últimas semanas y estamos agradecidos y muy conscientes del especial esfuerzo que están haciendo en estas circunstancias, sacrificando sus cultivos para poder priorizar el consumo humano", señala Salas.
"La sequía es progresiva y la situación hoy es más crítica que nunca, ya que la escasez de precipitaciones en otoño e invierno y la poca acumulación de nieve vuelven a marcar un hito histórico nunca antes visto", agrega el gerente regional.
Aquello los impulsa a seguir monitoreando, buscando alternativas y concretando nuevas acciones para enfrentar la temporada de más demanda.
Sin cortes
Hasta ahora, producto del trabajo planificado, el esfuerzo significativo de las Juntas de Vigilancia, también de regantes particulares que han aportado con agua y la coordinación con las autoridades, desde la sanitaria destacan que han podido enfrentar este duro escenario sin cortes de suministro.
"Hay que recordar que, hasta hace unas semanas hasta la Cuarta Sección del Aconcagua, donde está nuestra planta de Concón, simplemente no llegaba agua. En la zona interior de la región es donde la situación es más compleja", indica Salas.
En línea con el objetivo de mantener el suministro de agua potable, durante la última década la empresa ha invertido más de $100.000 millones para enfrentar la escasez hídrica estructural. Las obras más relevantes que se concretarán este año son la reversibilidad de la tubería de Aromos-Concón (que ya se encuentra en su fase final) y que permitirá aprovechar mejor los excedentes de invierno que se pierden en el mar en años normales y la conducción Romeral, que transportará de manera más eficiente el agua desde pozos de la sanitaria en Llay Llay.
"La recuperación de Los Aromos es una noticia en progreso. Hoy gracias al aporte de los regantes podemos sostener la demanda del Gran Valparaíso. Seguimos buscando todas las alternativas para lograr el mejor uso del agua acumulada y mejorar su llenado con miras al verano. La gestión integrada de la cuenca es clave para ello", señala.
Eventos extremos
La escasez hídrica es una problemática que, sin bien puede ser asociada a diferentes causas, está influenciada también por el cambio climático y el calentamiento global. Se trata de eventos extremos que podrían acrecentarse con el paso del tiempo.
El investigador del departamento de Meteorología de la Universidad de Valparaíso Deniz Bozkurt, doctor en Cambio Climático y modelamiento por la Universidad de Estambul (Turquía), advierte que, según los informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), algunos tipos de eventos meteorológicos extremos se volverán más severos, intensos o duraderos a medida que el mundo se calienta.
"Ya nos hemos enfrentado a diferentes eventos climáticos extremos, como tornados, vientos fuertes, marejadas, ríos atmosféricos, aluviones e inundaciones, sequías... Nuestra confianza en las posibilidades de otros eventos extremos depende de la calidad y cantidad de los datos disponibles y de la disponibilidad de estudios que analicen estos datos. Por lo tanto, más estudios científicos sobre los mecanismos físicos de los eventos extremos pasados y su probabilidad de ocurrencia pueden mejorar la predictibilidad de los extremos climáticos", asegura el experto.
"La sequía es progresiva y la situación hoy es más crítica que nunca".
Alejandro Salas, gerente regional de Esval
0,6% es el nivel de agua del Lago Peñuelas, lo que hoy no permite su uso.
87% es el déficit de nieve acumulada en la región.