Ceremonia de medallas tendrá mínimo contacto
Habrá más separación en el podio y los propios deportistas se pondrán las preseas. Esto se da en medio de aumento de casos de COVID-19 en Tokio.
N.L.G./Agencia EFE
El Comité Olímpico Internacional (COI) actualizó los protocolos que se usarán en la entrega de medallas en cada ceremonia en los Juegos Olímpicos de Tokio. Las medidas, dicen, apuntan a minimizar el riesgo de contagios.
Por eso será una ceremonia totalmente inédita en la historia de la cita. Los podios, por ejemplo, serán un poco más anchos en cada uno de los tres módulos para promover la distancia social entre los atletas. Será obligatorio el uso de mascarilla y los presentadores no participarán del proceso. O sea, se terminan los abrazos y los saludos con directivos.
Tanto los regalos (un ramo de flores y la versión pequeña de la mascota) como las medallas estarán ubicadas en bandejas que serán manipuladas con guantes desinfectados. Los presentadores acercarán la bandeja, pero los deportistas tomarán los regalos y se colocarán las medallas ellos mismos para evitar el contacto.
Además, deben permanecer en su modulo según la posición que alcancen y la clásica foto grupal abultados en el tarima del campeón está prohibida. "El objetivo es hacer la experiencia segura para todos y al mismo tiempo preservar la esencia de este momento único", explicó el COI.
Los cambios vienen en un momento complicado de la pandemia de COVID-19 especialmente en Tokio. La capital reportó 1.308 nuevas infecciones ayer, la cifra más alta de casos registrada en Tokio desde enero y a tan solo ocho días de la apertura de los Juegos.
La ciudad vive un mayor repunte de casos desde la semana pasada, lo que llevó al Gobierno a declarar el estado de emergencia en la capital para evitar la expansión del virus. La norma cuenta como principal medida la limitación del horario comercial.
Tras declararse el estado de emergencia, el comité organizador, las autoridades locales y el gobierno japonés anunciaron la decisión de celebrar el evento sin espectadores locales.
Otra de las medidas que levantaron polémica fue la presentación de las denominadas camas "anti sexo", hechas de cartón reciclable pero preparadas para soportar hasta 200 kilos, según sus creadores. La idea es evitar al máximo los contactos y posibles contagios.