Festival de Cannes: una fiesta de buen cine
El certamen fílmico, que en 2020 fue online y el pasado martes inauguró su versión 74 presencial y sin mascarillas, tiene una historia de grandes películas, estrellas glamorosas y también escándalos.
Marcelo Macellari C. - La Estrella de Valparaíso
El primer Festival de Cannes en tiempos de pandemia se inauguró el martes pasado, celebrando el retorno del cine a la gran pantalla y con una alfombra roja plagada de estrellas sin mascarillas, como en la era previa al COVID. Las actrices Jodie Foster, Andie MacDowell, Helen Mirren, Mélanie Laurent, Marion Cotillard y Jessica Chastain, entre otras, trajeron de vuelta el glamour y los brillos al certamen fílmico más famoso del mundo, cuya historia está hecha de grandes películas e insignes directores, pero también de rutilantes estrellas, romances y escándalos. Y lo que pasa en Cannes no se queda en Cannes.
Las declaraciones del realizador Lars von Trier en supuesto favor de los nazis y Adolfo Hitler, las protestas estudiantiles de mayo de 1968 que obligaron a terminar el festival antes de lo programado, y los destapes de Sacha Baron Cohen, que se paseó con un escandaloso bikini, son partes de las mil y una anécdotas que rodean Cannes, el festival de cine más vistoso y mediático.
"Los escándalos y controversias forman parte de la historia de Cannes. Al principio hubo escándalos políticos, de carácter social. Hoy de eso hay menos. Pero son parte, de eso no hay duda", expresó en 2017 -cuando se cumplieron 70 años del evento-, Thierry Frémaux, delegado general del festival, el cual durante su historia ha estado abierto a las voces políticas, sociales y beligerantes de todo el orbe.
Se trata de una especie de megáfono mundial, por el que han pasado las celebridades más importantes de la historia del séptimo arte, se han exhibido y premiado títulos icónicos y actualmente es el punto por excelencia de encuentro de la industria y el mercado fílmico.
Los inicios
Todo lo bueno y lo malo de un planeta en crisis pasa por Cannes, lo que sin duda ha contribuido a instaurar su hermosa leyenda. Pero, ¿cómo y en qué contexto nació este monstruo de la cinematografía? La primera edición de Cannes fue fugaz: Jean Zay, entonces ministro de Educación Pública y Bellas Artes de Francia, dio vía libre al certamen después de una larga negociación con una comisión de artistas locales. El grupo solicitó el apoyo de su gobierno para realizar una competencia ecuánime y alejada de los sesgos políticos de la época.
Los franceses querían un espacio que pudiera competir con el Festival de Cine de Venecia -La Mostra-, el más antiguo del mundo que nació en 1932 y que en la época era el más importante de todo el orbe, pero cuya selección de películas estaba dominada por los gustos e intereses de los gobiernos fascistas de Italia y Alemania.
Así, Cannes vio la luz en septiembre de 1939. No obstante, la fiesta solo duró un día, pues tras la apertura estalló la Segunda Guerra Mundial. Fue hasta el 20 de septiembre de 1946, cuando el conflicto bélico había cesado, que se inauguró el majestuoso encuentro cinematográfico.
Tras dos años sin realizarse (1948 y 1950) por falta de presupuesto, el festival se trasladó a mayo, y casi en coincidencia con la primavera de la Costa Azul francesa, adquirió la atención mediática gracias al brillo de los famosos que empezaron a colmar las escalinatas del afamado Palais des Festivals en el paseo de La Croisette: Kirk Douglas, Sophia Loren, Grace Kelly, Brigitte Bardot, Cary Grant, Romy Schneider, Alain Delon, Simone Signoret y Gina Lollobrigida, solo por mencionar algunos.
Celebrado primero en el Casino Municipal y posteriormente en el Palacio de Festivales, apodado tras su renovación en 1982 "el búnker" por un diseño cuya apreciación no fue unánime, de Cannes perviven mucho más que las famosas 24 escaleras de su alfombra roja que dan acceso a la sala principal de proyecciones.
Cannes era una tranquila localidad balneario de la costa mediterránea, que se convirtió a golpe de estrellas de Hollywood en un punto de encuentro en el cual ver y ser visto, aunque su objetivo primordial fuera promocionar la imagen de Francia y desarrollar su industria.
Buen cine
En un principio pasearse por la playa, exhibir sus deseados cuerpos y tomarse fotos en la arena, era un plan súper cool para las estrellas. Por esa vana razón se conglomeraban ahí, hasta que el tiempo y las buenas películas que comenzaron a llegar imprimieron un toque de mayor calidad a la cita. El glamour festivalero nunca se extinguió, mas poco a poco el certamen tomó la importancia que actualmente reviste.
En la medida que comienzan a llegar películas de alto nivel y de distintos estilos, ya la playa pierde su centralidad y comienza a darse lo que hace que un festival tenga sentido: el intercambio cultural y artístico. Sin embargo, Cannes sigue y seguirá jugando con los dos mercados: el glamour y la calidad de los filmes.
La primera película que ganó el Festival de Cannes fue "Unión Pacífico" de Cecil B. DeMille en 1939. El primer galardón llamado Palma de Oro fue en el año 1955 para la película "Marty" de Delbert Mann, cinta que ese mismo año ganó el Oscar a la mejor realización.
En los años siguientes el máximo reconocimiento del certamen galo iría a parar a manos de realizadores de la talla de William Wyler ("La gran prueba", 1956), Federico Fellini ("La dolce vita", 1960), Luis Buñuel ("Viridiana", 1961), Luchino Visconti ("El gatopardo", 1963), Jacques Demmy ("Los paraguas de Cherburgo", 1964), y Michelangelo Antonioni ("Blow up", 1967).
Ya en la década de 1970, el Festival de Cine de Cannes fue adquiriendo dimensiones que se salían del esquema en el que fue concebido. La organización decidió ampliar el lugar que lo albergaba e inició la construcción del Palais des Festivals, donde actualmente se lleva a cabo el evento.
Al expandirse, además, debió cambiar su filosofía inicial. Ya no iba a ser, por estrategia y democracia, un festival exclusivo para exaltar la cinematografía europea y de autor.
Las obras de realizadores de culto como Ingmar Bergman, Jean-Luc Godard, Michelangelo Antonioni, Alain Resnais, Jean Cocteau o Federico Fellini empezaron a alternarse en la programación con títulos de mayor impacto mediático, como los producidos por Francis Ford Coppola, Martin Scorsese, George Lucas y Steven Spielberg, representantes del llamado Nuevo Cine Americano. Coppola ganaría dos veces la Palma de Oro, en 1974 con "La conversación" y en 1979 gracias a "Apocalypse now", mientras que Scorsese la obtuvo en 1976 con "Taxi driver".
En los años siguientes el palmarés fue a parar a directores como Akira Kurosawa ("Kagemusha", 1980), Andrzej Wajda ("El hombre de hierro", 1981), Costa Gavras ("Missing", 1981), Wim Wenders ("Paris, Texas", 1984), Emir Kusturica ("Papá salió en viaje de negocios"), Steven Soderbergh ("Sexo, mentiras y videos", 1989), David Lynch ("Corazón salvaje", 1990), Joel y Ethan Cohen ("Barton Fink", 1991) y Jane Campion ("La lección de piano", 1993), la primera y única mujer que ha obtenido el premio principal del certamen.
Shrek en la riviera
En las últimas décadas, con la cada vez más fuerte presencia de cintas norteamericanas en la competencia oficial y las muestras paralelas, las críticas se incrementaron cuando en las galas de apertura o clausura se incluyeron títulos puramente comerciales como "Shrek", "Kung Fu Panda" o "Terminator". Se trata de películas que mueven mucho dinero y los estudios hacen lobby fuerte para tener sus estrenos en semejante vitrina mediática. Sin embargo, se mantienen al margen de la competencia oficial. Son parte de la fiesta, no lo protagonistas.
Con el tiempo, cineastas de otros continentes conquistaron espacios en las secciones principales de Cannes. Por ejemplo, Chen Kaige, de China ("Adiós a mi concubina", 1993) y el iraní Abbas Kiarostami ("El sabor de las cerezas", 1997), fueron ganadores de la preciada Palma de Oro. Lo mejor fue que esa colonización también incluyó a Latinoamérica, ya que en innumerables ocasiones, piezas de la región ha obtenido galardones en competiciones del certamen.
"Por un lado, estamos muy lejos del festival original, por su envergadura, su formato. Pero en el fondo estamos exactamente en el mismo lugar, es decir, 12 días para celebrar el séptimo arte. En los años de 1950 hubo un nuevo Palacio de Festivales, otro a principios de los años 80 y el Festival se amplió, se desarrolló. Pero el tema de conversación principal de Cannes, seas quien seas, es el cine", ha dicho el director de la famosa cita cinematográfica.
Romance y escándalo
El Festival de Cannes contribuyó en 1955 al mayor romance de la época, el que protagonizaría la actriz Grace Kelly con el príncipe Rainiero de Mónaco, con el que la revista "Paris Match" le organizó un encuentro aprovechando su presencia en la Costa Azul.
Su boda el 22 de abril del año siguiente, en la víspera de la apertura del Festival, sirvió para que todas las personalidades que acudieron a la ceremonia contribuyeran con su asistencia a ensalzar el glamour del que este ya hacía gala.
Las fiestas, en grandes yates, en lujosas villas circundantes a esa localidad o en los hoteles de su exclusivo paseo marítimo, han impulsado el atractivo del festival, escaparate también de los grandes creadores de moda.
La primera imagen icónica de Cannes perteneció a una sesión fotográfica de Robert Mitchum, en la que la actriz inglesa Simone Silva se quedó en topless y le colocó sus brazos alrededor del cuello. Años después todas las cámaras se dirigirían a una joven Brigitte Bardot, protagonista de "Y dios creó a la mujer", inmortalizado a lo largo de las décadas a mitos consagrados o impulsado definitivamente a otros en ciernes.
Sin embargo, la relación entre los medios y los actores no siempre ha sido un camino fácil: en 1975, Paul Newman provocó la primera huelga de fotógrafos después de negarse a posar para ellos en la presentación matinal, e Isabelle Adjani sufrió la misma suerte siete años después.
El 10 de mayo de 1968, mientras París se cubre de barricadas, las estrellas se dan cita en el 21º Festival de Cannes. Los vientos de protesta llegaron al certamen y cineastas contestatarios, colgados del telón, detuvieron una proyección. El jurado dimitió, los directores retiraron sus filmes y el festival se canceló después de que realizadores como François Truffaut, Jean-Luc Godard, Roman Polanski u Orson Welles apoyaran en la distancia la revuelta estudiantil. Cine y política nunca han estado muy alejadas de las pantallas de Cannes.
La polémica ha llegado también por el contenido de sus cintas o las salidas de madre de sus directores. En 1973 los excesos de "La gran comilona", del italiano Marco Ferreri, sobre un grupo de amigos que decide quitarse la vida comiendo y bebiendo, provocaron silbidos y náuseas entre los asistentes.
Y no todo el mundo se sintió complacido cuando en 1992 un jovencísimo Quentin Tarantino recibió la Palma de Oro por "Pulp Fiction". El megalómano director respondió a los que se atrevieron a abuchearle como solo él podría hacerlo: con un gesto obsceno.
En 2011 Lars von Trier ("Anticristo") protagonizó uno de los momentos más infames en la historia del festival cuando dijo en una rueda de prensa que "entendía a Hitler". La presión mediática hizo que la organización declarase al danés durante un año como "persona non grata".
Así, su historia repleta de excentricidades, glorias cinematográficas y decenas de controversias convierte al Festival de Cine de Cannes en un certamen de película.
13 Palmas de Oro ha recibido Estados Unidos, convirtiéndose así en el país que más ha ganado el premio mayor del certamen, seguido de Francia (7), Italia (5), Japón (5) y Reino Unido (4).
9 Directores han ganado la Palma de Oro en dos ocasiones: Alf Sjöberg, Francis Ford Coppola, Bille August, Emir Kusturica, Shohei Imamura, los hermanos Luc y Jean-Pierre Dardenne, Michael Haneke y Ken Loach.
6 Actrices del filme "Volver", de Pedro Almodóvar, recibieron en 2006 un premio conjunto a la mejor actuación femenina: Penélope Cruz, Carmen Maura, Blanca Portillo, Lola Dueñas, Yohana Cobo y Chus Lampreave.