Casas de condominio VIP recién entregadas acusan innumerables fallas
Residentes de Cumbres de Marsella en Quilpué pagaron entre 90 y 100 millones para cumplir con el sueño de la vivienda propia.
Son innumerables las fallas que a menos de un mes de estar viviendo en sus casas recién construidas comenzaron a observar los residentes del condominio Cumbres de Marsella ubicado en calle Las Islitas 3160 en el sector de Los Pinos en la comuna de Quilpué.
Confiados en el alto estándar que ofrecía la inmobiliaria y al costo de las viviendas - desde las 3.150 UF - Gabriel González, Ricardo Cabrera y Guillermo Pérez apostaron por este proyecto y gestionaron sus respectivos hipotecarios para cumplir con el sueño de la casa propia.
Sin embargo y tal como lo denunciaron en terreno, a poco de comenzar a vivir en sus casas los problemas fueron surgiendo de manera interminable: desde fallas en las chapas de las puertas hasta fisuras en cielos y paredes fueron desilusionando a estos propietarios, quienes de manera independiente exigieron a la inmobiliaria que respondiera por estos daños totalmente inesperados en tan breve tiempo.
Los tres propietarios coinciden en que las fallas estructurales como filtraciones de agua, desprendimiento de guardapolvos, grietas y problemas con el mobiliario se han repetido en las distintas viviendas y han generado respuestas que, según sostienen, no han resultado definitivas y mucho menos satisfactorias.
El proyecto, perteneciente a la empresa Mirador y a la constructora Canelo figura 100% vendido. Según los propietarios denunciantes, el proyecto de 69 casas fue ejecutado en dos etapas: la primera, a la que accedieron ellos, correspondió a 42 casas y las restantes, que ya están siendo entregadas a sus dueños, ya está concluida.
"Los problemas principales son estructurales. Chapas que no funcionan, desprendimientos, problemas con el mural, etc." detalla Gabriel González.
Pero no se trata de "detalles" o imperfecciones "esperables" en menos de un año desde que las viviendas fueron entregadas a sus propietarios. Así lo sostiene Guillermo Pérez, quien muestra una larga fisura en el cielo del living que fue sólo recubierta.
"Cuando yo les reclamé vinieron pero lo que yo les insisto en que no puedo estar permanentemente con maestros. Lo que yo les he planteado es que me paguen un lugar para yo irme y dejar mi casa para que hagan las reparaciones definitivas que corresponde. Yo tengo familia, tengo un hijo, estamos en pandemia, pero ellos se cierran y no me dan respuesta", detalló Guillermo quien junto a su esposa y su hijo aún no cumplen un año en el lugar.
Agrega que los problemas con el mobiliario han sido frecuentes y que su esposa se quedó atrapada en el baño de visita debido a que la chapa se atascó. "Afortunadamente estábamos con mi suegra porque de lo contrario no sé qué habría pasado. Tuvimos que sacarla por una ventana", agregó.
El shower del dormitorio principal filtra hacia la logia, situación que se repite en todas las casas.
Ricardo Cabrera añade que todas las casas han evidenciado la rotura de los paneles exteriores, situación visible en prácticamente la totalidad de las viviendas.
"Yo llegué con mi polola hace un año y mi experiencia fue bien caótica porque no tuve luz los primeros días porque se cortó debido a que se llovía la casa. Se me llovían las ventanas del frontis y caía el agua al interruptor y hacía corte general. Incluso un día explotó el tablero. Eso lo arreglaron, pero la estructura de las casas han debido ser frecuentemente reparadas y esto no se soluciona", explicó Cabrera quien debió dejar su casa recién comprada por casi un mes y medio para que le hicieran las reparaciones.
"Hemos intentado obtener respuestas pero hasta ahora sólo hemos tenido soluciones parche. No descartamos iniciar acciones legales porque las respuestas no han solucionada definitivamente nada", precisó Gabriel González.
Este diario intentó obtener una versión de la inmobiliaria sobre estas denuncias, pero hasta el cierre no se obtuvo respuesta.