Joven profesor que perdió un ojo decidió renunciar a la docencia
Matías Orellana tomó la difícil determinación debido a que no se siente en condiciones de enfrentarse a sus alumnos.
Más retrocesos que avances reconoce ha tenido el joven profesor de educación física Matías Orellana quien el 1 de enero de 2020 recibió un impacto percutado por carabineros el que no sólo provocó la pérdida de su ojo izquierdo sino que además le generó un grave daño en su cráneo.
A sus 27 años, el joven profesional viñamarino admite que como las más de 370 víctimas de trauma ocular a lo largo de todo Chile, ha tenido que modificar su cotidianidad para poder lidiar con todo lo que le pasó.
"Yo antes era profe y ya no trabajo porque no me siento seguro para retornar a la docencia. Mi relación con los niños está muy rara. Tengo miedo a relacionarme con ellos. Las veces que me ha tocado estar cerca de niños ellos se asustan entonces no me siento preparado para enfrentar la pedagogía nuevamente", cuenta con dolorosa honestidad.
Matías precisa que fue su decisión personal renunciar a la pedagogía pero aclara que es producto del trauma.
"Yo y muchas personas hemos perdido nuestra cotidianidad, nuestra vida, esto te va modificando la vida y es lo que no debiera pasar. Si el programa (alude al Programa Integral de Reparación Ocular (PIRO)), se hubiese ejecutado bien, yo hubiese estado con mi prótesis puesta hace rato. Tampoco se me ha ofrecido ninguna operación de reconstrucción facial que debiera estar incluida. Yo tengo una deformidad en el cráneo que es incluso más notoria que lo del ojo", acotó Matías.
Por lo mismo, este joven profesor ha participado, junto a otros dos miembros de la Coordinadora de Víctimas de Trauma Ocular, activamente de la Comisón de Derechos Humanos en la Cámara de Diputados, donde precisamente este programa ha sido objeto de profundos cuestionamientos respecto de los recursos asignados (770 millones anuales), su categoría de "piloto" y la oportunidad de los tratamientos que las víctimas de trauma ocular están recibiendo en el Hospital del Salvador donde se ejecuta el programa.
"El programa ha presentado profundas falencias. Se supone que nos debieran pagar los pasajes pero no siempre es así. Lo que más nos complica a los que somos de regiones es eso, muchas veces hemos perdido las horas por no tener plata para el pasaje. Ha habido además muchas deserciones del programa por lo mismo", acotó Matías.
Orellana manifestó que han dejado de manifiesto en la comisión, irregularidades administrativas y económicas que han podido identificar en el programa que ya cumplió un año y 8 meses de funcionamiento.
"Queremos saber qué se está haciendo con esos dineros, un detalle de los gastos por ítem porque no nos cuadra. Queremos una nueva sesión especial para que el ministro de salud asista y dé cuenta del programa", agregó.
Respecto de su caso en particular, Matías Orellana reconoció que transcurrido más de un año, la investigación en torno a quien habría percutado la bomba lacrimógena que impactó en su cabeza, hasta hoy no hay ningún efectivo policial en proceso ni formalizado.
"No hemos tenido ningún avance, absolutamente nada. A pesar de tener el video en que se ve cuando me disparan y yo caigo al piso, no se ha entrevistado a ningún carabinero, ni tampoco ellos han entregado ninguna cámara GoPro. Hay un listado de 5 nombres de oficiales que está en fiscalía, que son los 5 oficiales que estuvieron esa noche autorizados para percutar esa arma y no le han tomado declaración a ninguno. La explicación es que no hay voluntad", acotó Orellana.
Desde el Ministerio Público se informó que "aún existen diligencias en curso".