Falleció Mena, el pintor de los rincones porteños
El admirado artista deja una vasta obra pictórica donde resaltan los paisajes urbanos, los espacios íntimos y la figura humana.
Marcela Küpfer C. - La Estrella de Valparaíso
"Nací acuario y dragón a la sombra de Los Andes / en el valle de Santiago de Chile, hace 52 años atrás./ Vivo en mi país Valparaíso hace 20. / He vivido una vida plena, rica, pobre y libre / revuelta entre los sueños y el corazón del arte / y entre ires y venires, he logrado salirme con la mía / es decir con mi propia mirada de las cosas".
Así se definía el artista Eduardo Mena hace algunos años, en un extenso e intenso poema titulado simplemente "Mena". Así le llamaban también quienes le conocían, sus amigos porteños que acogieron con cariño entrañable a este artista nacido en Santiago, que alguna vez vino a estudiar Arquitectura en Valparaíso y que desde aquí emprendió una brillante carrera como artista visual, que lo convirtió en uno de los más destacados del arte contemporáneo en la región.
Pintor autodidacta, viajero, con alma de poeta, Eduardo Mena (1964-2021) falleció ayer acompañado de su familia, tras una prolongada enfermedad.
Rincones porteños
Pintor de los rincones porteños y de sus habitantes, la característica obra de Mena se caracterizó por revelar los claroscuros tanto del paisaje urbano como de la intimidad. Así, aparecen en su registro esquinas, casonas, negocios y escaleras, muchas de ellas reconocibles para cualquier porteños, como también interiores de hogares donde, a través del uso de la luz, Mena logró captar atmósferas intimistas. Sus personajes, hombres y mujeres, poblaron los retratos de gran formato donde Mena intentó captar la naturaleza humana, la soledad y la ternura.
Asentado desde inicios de los 2000 en Valparaíso, en esta ciudad trabajó estrechamente con la galería de arte Bahía Utópica, donde realizó su última exposición en vida, "La aldea del hombre", en 2018.
"Artista y explorador, desarrollamos con él una profunda relación profesional y de amistad. Mena estableció una conexión profunda con la urbe porteña, sobre todo con sus potencias nocturnas, que representó con ese trazo gráfico tan personal, de concentrada fluidez", escribió la galería en sus redes sociales.
"La partida de Eduardo Mena enlutece a la ciudad, al arte, la cultura y una forma de vida. Cada artista que fallece es una tristeza para este museo, para la ciudad, para quienes nos dedicamos a la gestión cultural. El recuerdo de Eduardo Mena es generoso, cálido, amable, un gran artista y una gran persona dedicada a lo que más amaba, que era la pintura", declaró Rafael Torres, director del Museo Municipal de Bellas Artes Pascual Baburizza.
"Quizás si en algo contribuye mi pintura es a detener un poco el tiempo / o la caída de la inocencia de las cosas / he pintado por dentro y por fuera siempre al ser humano / su soledad, su desamparo y su ternura / la maravilla que se tiene entre las manos. / Glorifico no destruyo, intento dar con la belleza. / Crear escalofríos de paz", escribió el propio Mena en su poema autobiografía.