Irregularidades en cementerio de Santa Inés no serían un caso aislado
Viñamarina ya había reclamado el grave hecho que afectó al ataúd de su padre: "Aunque pase el tiempo, esto es una realidad", indica.
Francisca Palma Schiller - La Estrella de Valparaíso
Luego de leer el diario y enterarse por los medios de comunicación las irregularidades que habrían ocurrido al interior del cementerio de Santa Inés de Viña del Mar en el año 2019, Beatriz Nieto, viñamarina, recordó uno de los momentos más difíciles que tuvo que afrontar junto a sus hermanos.
Según relata, en el año 1991, diez años después de la muerte y funeral de su padre, tuvo que regresar hasta el cementerio de la Ciudad Jardín, ya que se realizaría el proceso de reducción del cuerpo. Tras sacar los restos de su familiar, que se encontraba dentro del mausoleo de Carabineros, se topó con una serie de anomalías.
"Cuando al funcionario le tocó sacarlo, me di cuenta de inmediato que el vidrio no estaba, no estaban las manillas, ni el crucifijo que tenía delante de la tapa. Inmediatamente se lo hice saber al funcionario y La respuesta es que eso, según él, 'se desase con el tiempo'. Una respuesta impresentable. Me fui indignada y con mucho dolor, me acerqué al guardia con mucha rabia y le hice saber esta irregularidad, le dije que era impresentable, porque si mi papá está en un mausoleo, donde se supone que no todos tienen llave, imagínate que les queda a los que están en tierra", cuenta Beatriz Nieto.
Luego de dar a conocer su molestia al guardia, la afectada dejó constancia de lo sucedido: hasta el día de hoy, treinta años después, nadie le ha dado una explicación.
"El guardia me dijo que lo único que podía hacer era poner un reclamo en el libro. Lo dejé, por el dolor, porque es el colmo que no se respete ni siquiera a los fallecidos. Lo que yo quiero hacer notar en la actualidad que esto no está pasando ahora no más, son hechos que vienen sucediendo hace mucho tiempo", indica.
Accesorios
Tal como nos recalca, los vándalos no sólo profanan los cuerpos para encontrar objetos de valor, como el oro, sino que también, desmantelan los accesorios y detalles que posee n los ataúdes.
"Esto no es de ahora, y no es que es profanen, exhumen, sacan todo lo que les sirve, para probablemente después venderlo: desmantelan todo, no solo es algo con el cuerpo, sacan todo lo de los ataúdes. Aunque pase el tiempo, esto es una realidad y ocurre hace muchos años. Es un dolor", asegura la hija de Jorge Niño.
Por otra parte nos devela que, "hace dos años atrás, sepultamos a mi mamá en el mismo cementerio, en un nicho. No nos fuimos de ahí hasta que quedara 100% tapado y nos aseguráramos de eso".
En este sentido, Beatriz recomienda estar atentos al entierro de sus difuntos y estar presente hasta el final del funeral, para evitar, de alguna u otra manera, que estos hechos se repitan.
"Los funcionarios del cementerio tienen por costumbre decir 'déjenlo así, mañana lo tapeamos completamente'"; cuidado con eso, porque es ahí cuando sacan lo que les sirve", señala.