Lucas Suárez Torres

A sus 18 años, Javiera Campos, basquetbolista chilena, ha conseguido una gran oportunidad en la tierra de los máximos exponentes de este deporte: Estados Unidos. Esto porque la joven quedó seleccionada para ir a estudiar al College Gogebic, una universidad norteamericana que le permitirá compatibilizar su enseñanza superior a través del deporte.

Esta nueva etapa en su carrera le presenta varios desafíos a la porteña, ya que deberá dejar su vida en nuestro país por un largo tiempo para enfocarse en conseguir sus objetivos. Lo anterior significa detener sus estudios universitarios, donde cursaba segundo año de odontología en la Universidad de Chile, y además, detener su estadía en los equipos y clubes que la vieron formarse desde pequeña.

Vínculo espontáneo

Pero antes de embarcarse en esta gran aventura, Javiera reconoce que su lazo con el básquetbol se dio sin mayores explicaciones que sentirse atraída espontáneamente por este deporte, desde que estaba en sus primeros años de colegio. "Comencé jugando en el colegio Apumanque de Calera en primero básico y no hay alguna explicación de por qué comencé a jugar. Solamente lo vi, me gustó y empecé a jugarlo, iba en prekinder, y veía a las niñas jugando y de ahí me llamó la atención hasta el día de hoy estoy enamorada de este deporte", explica.

En medio de esta creciente pasión, Campos conoció el emblemático club New Crusaders de Valparaíso, institución a la que llegó a los 14 años, pasando desde la categoría sub-15 hasta llegar a la adulta en los cuatro años en los que vistió los colores verdes. Además, logró consolidarse y ganar varios títulos junto al club porteño.

"Viajaba los fines de semana a jugar, intentando entrenar bien para conocer a mi equipo, a mis amigas. Formé lazos importantes, que hasta el día de hoy tengo. Ganamos hartos campeonatos y fue un club muy bueno, porque me ayudó a crecer como jugadora y como persona", comenta.

La alternativa de ir a estudiar y jugar básquetbol a Estados Unidos se fue gestando a partir de su participación en la selección chilena. Ahí se hicieron los contactos y comenzó el interés que le dio como resultado ser una de las elegidas para esta beca deportiva, donde no solo se consideran a deportistas de nuestro país, sino que hay basquetbolistas de todo el orbe esperando poder ocupar una de estas plazas.

"Me habían bajado un poco las esperanzas, porque estaba esperando desde septiembre, pero cuando supe fue emocionante porque vi cómo se cumplía mi sueño. Llegó en un momento inesperado", explica con satisfacción.

El vínculo con la selección y su estadía en Norteamérica no serán incompatibles, ya que de todas formas podrá seguir ligada al combinado nacional, aunque espera que su estadía en Norteamérica se extienda por varios años. "Tenemos que estar allá (en EE. UU.) el 3 de agosto, porque las clases parten el día 26. Dependiendo de si todo me sale bien, podría estar hasta cuatro años, que es lo que dura mi carrera de odontología. Estaría los primeros 2 años en el College y luego, dependiendo de cómo me vaya deportivamente, podría saltar a otra universidad", cerró.

"Estaba esperando desde septiembre y cuando supe fue emocionante porque vi cómo se cumplía un sueño".

Javiera Campos

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