El juego del intelecto
El secreto para alinear la cabeza con el corazón es la verdad. Cuando decimos la verdad estamos hablando desde el corazón, y a medida que la conciencia se expande, comenzamos a expresarnos desde un espacio de omnisciencia. La omnisciencia está más allá del intelecto, habla la verdad y habla de lo desconocido. Habla desde una experiencia que va más allá de la dualidad y dentro de esa experiencia, habla de la libertad del amor incondicional.
El amor incondicional es el lenguaje del corazón, así que cuando hablamos de estas cosas, nuestra cabeza y nuestro corazón están alineados. El intelecto en cambio habla desde la dualidad: habla de tiempo y espacio, pasado y presente, información y conocimiento, hechos acumulados a lo largo de la historia.
El intelecto compara, juzga, nos recuerda dónde vivimos, con quién estamos casados, cómo encender nuestro computador y todas las cosas ilusorias que son necesarias para una experiencia humana. El intelecto realiza descubrimientos científicos y trata de develar los secretos del universo. Pero el intelecto no conoce la verdad absoluta.
La verdad absoluta viene de la conciencia, viene del corazón. De modo que no estoy descalificando al intelecto, es una parte esencial de la condición humana y de la experiencia. Pero no tiene nada que ver con la grandeza de quienes realmente somos, y ser capaz de ver esto, ser capaz de ver a través de los trucos del intelecto y abrazar la conciencia, corresponde a la visión de una persona verdaderamente brillante, corresponde a la visión de un verdadero sabio. Incluso las mentes más brillantes necesitan ver más allá del intelecto.
A medida que la conciencia se expande aprendemos a atestiguar al intelecto desde este nunca cambiante lugar de paz y de amor. Por supuesto, cuando estabilizamos la conciencia, los pensamientos se hacen más potentes y tratan de sostenernos en la dualidad. Todo se vuelve muy turbulento, como una tormenta a medida que el ego desesperadamente lucha por mantenerte en la dualidad. Pero tú solamente tienes que observar esto, transformarte en testigo. Reclinarte cómodo y observar la mente.
Mirar al intelecto, atestiguar el juego, te da libertad absoluta, porque comienzas a ver a través de los pensamientos negativos, de la dualidad, de las adicciones, de la lucha. Simplemente observas esos pensamientos limitantes, los abrazas y los amas, sin intentar rechazarlos.
Lo que sea que rechazamos retorna con el doble de fuerza. De modo que el secreto de la vida es rendirse y abrazar cada momento, siempre tener una actitud de SÍ. Y confiar en que todo lo que está viniendo hacia ti, es para tu grandeza.
Escucha a tu corazón, el corazón siempre habla desde un lugar de alegría. Si hay conflicto y confusión, sabrás que se está dando el juego del intelecto. Dondequiera que dudo de mí, dondequiera que no me estoy amando, dondequiera que estoy siendo sacado del poder del momento, se está dando el juego del intelecto.
Entonces solo necesitas ver a través del intelecto, y soltar, y reír, y decir: "¡¡¡Ahhhh, ahí está de nuevo!!!!".