Glaciares en riesgo
Estudio muestra que estos campos de hielo de la zona central están absorbiendo más energía solar que antes, lo que junto a otras causas los pone en riesgo permanente de disminuir su masa.
Los glaciares de las regiones de Valparaíso, Metropolitana y O'Higgins están cada vez más vulnerables a procesos de pérdida de masa, producto del oscurecimiento del hielo y su efecto en la absorción de radiación solar, conocido como efecto de albedo.
Así se desprende de la investigación "Reducción del albedo glaciar y efectos de la sequía en los Andes extratropicales, 1986-2020" de Thomas Shaw, Génesis Ulloa, David Farías-Barahona, Rodrigo Fernández, José Lattus y James McPhee, publicada en el Journal of Glaciology.
La geóloga Génesis Ulloa, una de las investigadoras principales, explica los dos resultados relevantes del estudio: "Primero, se pudo estimar albedo glacial a partir de imágenes satelitales, cuando normalmente se va a terreno con equipos gigantes y carísimos obteniendo solamente resultados puntuales, pero eso no entrega información de cómo se comportan varios glaciares. Nosotros queríamos saber cómo se comportan a nivel regional en los últimos 30 años, entonces una herramienta importante es la imagen satelital".
"Desde el computador -añade Ulloa- puedes estudiar a distancia, sin necesidad de ir a lugares de difícil acceso y obtener resultados de diferentes meses o años. Al considerar tres décadas del comportamiento de los glaciares y el clima, estos resultados se contrastaron con períodos críticos, como lo es la mega sequía y el año 2020 que muestra los resultados más desalentadores. Ese fue el último año de estudio, con tendencia de disminución del albedo de -0,14, lo que se correlaciona con 90% de disminución de las precipitaciones anuales en la zona central del país. Es el año con el albedo menor comparado con la década anterior".
masas de hielo
El profesor del Departamento de Geología de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile y parte del equipo de investigación, Rodrigo Fernández destaca la relevancia de estas masas de hielo tan cerca de la capital.
"Los glaciares de la zona central del país son importantes para el suministro de agua porque alimentan acuíferos y ríos en las estaciones secas. Compensan la variación anual de las precipitaciones y permiten que tengamos agua para consumo, cultivos u otros usos, durante todo el año. Además, los glaciares son el principal reservorio de agua fresca durante periodos de sequía como la que hemos tenido los últimos años".
Energía que absorbe el glaciar
El estudio consideró 18 glaciares cordilleranos desde 33° sur (a la altura de Valparaíso) a 34° sur (a la altura de San Francisco de Mostazal). "Muy poca gente sabe que hay glaciares en la Región Metropolitana. Estudiamos los más cercanos a Santiago porque más al sur, hay volcanes que podrían alterar los parámetros del componente hidrotermal. Nos enfocamos en el albedo porque los glaciares estaban reduciendo su volumen, su masa y el albedo es el parámetro más importante del balance de energía, es decir, cuando se calcula la energía disponible para que se pueda ganar o perder masa o volumen. Elegimos el albedo y relacionarlo con el cambio climático, específicamente con el cambio de temperaturas y precipitaciones en los últimos 30 años en la zona central, porque en la zona donde los glaciares han presentado una mayor variabilidad en su retroceso por la mega sequía", detalla Ulloa.
El albedo es un indicador de cuánta energía solar se absorbe y cuánta se refleja: "Viene un rayo de sol, llega a una superficie y hay una cierta energía que va a entrar en la superficie y hay otra que va a salir. El albedo me va a decir cuánto de esa energía solar que venía del exterior se reflejó y cuánta se absorbió en el glaciar. Si es gran cantidad que se absorbe, habrá más energía disponible para que el glaciar se derrita y siga retrocediendo", explica Ulloa.
Esta investigación colaborativa de los departamentos de Geología e Ingeniería Civil de la Universidad de Chile junto al Centro Avanzado de Tecnología para la Minería (AMTC) y la universidad alemana Friedrich-Alexander-Universität Erlangen-Nürnberg usó el albedo como medida que va entre cero y uno, donde los valores cercanos a ceros significan mayor absorción de energía y albedos cercanos a uno, implican energía reflejada. Si se tienen resultados promedios bajos esto indicaría que existe mayor cantidad de hielo que de nieve en el glaciar.
"La tendencia es -0,03 para los años 1986 a 2020, eso quiere decir que este parámetro que es pequeño, cada vez se hace más pequeño, por lo que hay menos cantidad de nieve y mayor de hielo en los glaciares. Después de ver los resultados le cambiamos el título a la investigación, porque inicialmente solo era una relación entre cambio climático y albedo, pero incorporamos los efectos de la mega sequía en Los Andes extratropicales, entonces efectivamente logramos ver una correlación entre las precipitaciones y el albedo. El promedio de albedo en el período de mega sequía es de 0,25 a 0,5 y disminuye -0,05 promedio en comparación a 1986- 2009, donde la mayor reducción ocurre entre 3.500 a 5.000 metros sobre el nivel del mar, donde se esperaría tener valores más altos o cercanos a cero asociados a la nieve", comenta Ulloa.
Fernández sostiene que estudios recientes de glaciares de la zona estudiada muestran una reducción a una tasa mayor que glaciares en zonas desérticas del norte y de la zona centro-sur (Maule-Los Lagos), pero aun a tasas menores que el decrecimiento observado en la Patagonia. "La mayor cantidad de población del país está en la zona centro que ha sido mayormente afectada por la sequía prolongada. Nuestro estudio muestra que los glaciares de las regiones Metropolitana y O'Higgins están cada vez más susceptibles a derretimiento porque la superficie de hielo expuesto está absorbiendo más radiación solar", explica.
"Esto se puede deber a diversas causas, que pueden o no estar bajo nuestro control directo. Por ejemplo, los vientos podrían estar llevando polvo de labores cercanas o de los valles, material particulado de la ciudad o cenizas de incendios hacia las superficies de los glaciares, afectando su poder de reflejar la radiación del sol, haciéndolos más vulnerables. Para saberlo con certeza se debe realizar estudios de detalle analizando el hielo de la superficie de los glaciares y tratar de dilucidar porque se está oscureciendo poco a poco", sostiene.