Emprendimiento de Quilpué se compromete con el medio ambiente
María José Martínez, de 28 años, transforma los envases de plástico en originales accesorios.
Francisca Palma Schiller - La Estrella de Valparaíso
Durante esta semana se conmemoró el Día Mundial del Reciclaje, oportunidad clave para conocer y visibilizar a incontables emprendimientos de la región que tienen como base aquella característica, como también la responsabilidad medio ambiental y la sostenibilidad.
Pese a que día a día nos vamos concientizando cada vez más sobre la importancia de reciclar, aún falta mucho por avanzar.
Sin embargo, en Quilpué, un potente emprendimiento se comprometió por completo con el reciclaje, dando un paso más allá. Hablamos de "Halia Joyería", creada por María José Martínez, oriunda de Puerto Varas, diseñadora de vestuario del DUOC UC, vecina de la Ciudad del Sol y amante del arte.
"Al terminar mi carrera ya había desarrollado mi conciencia ambiental, que contrastaba con una industria conocida por ser altamente contaminante. Por lo que decidí tomarme un tiempo, pues no me sentía apasionada. Una vez decidida a tomar acción, me metí de lleno a estudiar e investigar sobre contaminación, basura, reciclaje y así, llegue al plástico. Entonces pase a la fase experimental y posteriormente abrí la tienda en Instagram @haliajoyeriacl", cuenta María José Martínez de 28 años.
Halia
Junto a sus estudios sobre contaminación, la emprendedora buscó darle significado a su negocio; por lo mismo, el nombre Halia es también clave en este desafío.
"Halia es el nombre de una ninfa protectora del océano, lo que representa nuestra misión en sí, que es ayudar a disminuir el impacto de los desechos plásticos tanto en el mar como en la tierra, que se ven gravemente afectados. La idea era crear con sentido, generando un impacto positivo en nuestro entorno", indica la diseñadora.
Con esto en mente, comenzar a diseñar sus joyas a base de shampoo, bálsamo, cremas y bolsas plásticos fue el siguiente paso para crear originales accesorios.
"Diseñar joyas es una manera de demostrar que el problema no es el plástico en sí, pues este ha ayudado mucho en nuestro desarrollo y salubridad, lo que hay que resolver es el diseño, el pos consumo y la forma en que lo tratamos. Solo el humano genera basura y debemos hacernos cargo", asegura la emprendedora.
Modelo circular
En cuanto al proceso creativo y de producción de estas particulares joyas, su dueña revela que su emprendimiento cobra vida a través de la economía circular.
"La esencia de nuestro emprendimiento es ser parte de un modelo circular, recuperando envases de plástico que normalmente serían considerados basura y los transformamos en joyas. La idea es reciclar un material limpio, seco y aplastado para aprovecharlo al máximo. Respecto a los beneficios, estamos cuidando energía y recursos naturales, disminuyendo la contaminación del aire, agua y planeta", señala.
Por último, reflexiona que "todos estos beneficios van en pro de nuestro entorno y calidad de vida, a fin de cuenta se trata de convertir nuestro estilo de vida en nuestro trabajo y no al revés. La satisfacción es constante, no hay límites para la creatividad".