Honorables e ilustres
Después de meditarlo largamente, me decidí a enviar esta nota al
diario La Estrella de Valparaíso. Antes de proseguir lo que quiero
plantear, debo acotar que consulté en diccionarios muy calificados de nuestra lengua castellana los significados primero de la palabra "honorable", la cual significa: digno de ser honrado o digno de una persona honorable.
La otra palabra investigada fue "ilustre" cuyo significado es: de fama o mérito notable, origen insigne, célebre, título de dignidad. Ahora viene mi humilde
proposición. Nuestros parlamentarios por ley reciben el trato de
"honorables", pero viendo la clase de Congreso con el cual contamos, no veo por dónde podría encajar la palabra "honorable" con que se trata a senadores (as) y diputados (as), como asimismo no veo por qué una municipalidad debe ser "ilustre". A mis 86 años, pienso que en el tratamiento a estas personas bastaría con el señor o señora. Suena mas democrático.
A los constitucionalistas elegidos (as), les dejo lanzada la idea para
terminar con esta tontera, siguiendo el ejemplo de nuestro Libertador Bernardo O'Higgins,
quien terminó con los títulos de nobleza en su época, habiendo sido su propio padre, don Ambrosio, marqués y barón.
Ernesto Guajardo Silva