Camila Rojas Vargas

Cada sábado y domingo la actividad física se toma el borde costero viñamarino durante la franja deportiva entre las 05.00 y 10.00, horario en que el tramo desde el Reloj de Flores hasta Reñaca luce lleno de personas que pedalean en bicicleta junto al mar, otras que prefieren la compañía de su mascota durante una caminata, algunos trotan con música a todo volumen, grupos de gente que baja hacia la arena para estirar las piernas, e incluso equipos que sacan el balón y se reúnen temprano por la mañana a entrenar.

Ese es el caso del club Talento Humano que ha instaurado el "básquet playa" como adaptación del básquetbol para dar continuidad al espacio que nació en la plaza Anakena de Jardín del Mar en 2020, cuando se levantó la cuarentena, con el fin de acercar a niños y jóvenes en situación de discapacidad intelectual a un deporte que entrega múltiples herramientas de desarrollo físico y social.

"El trabajo que nosotros realizamos consiste en que los participantes con necesidades educativas especiales, y los que no las tienen, entrenan y juegan juntos, no es que los parcelemos como pasa en el fútbol muchas veces, que niños o adultos con síndrome de down juegan contra otros", dice el líder de la agrupación, José López, venezolano residente en Chile hace 8 años.

Varios padres y madres se acercaron ante los llamativos colores de los polerones y lienzos que llevan el logo del club, así la iniciativa tomó forma y hoy se ven de lunes a viernes por videollamada y el fin de semana en la playa.

"En la plaza éramos cinco personas y ahora estamos con 30 integrantes a pesar de la pandemia", cuenta López, que a eso de las 08.00 llega al segundo sector de Reñaca e instala el aro, conos y vallas, además de un bidón de agua. "Nosotros, como club, llevamos los materiales que tenemos por ahora, porque todo lo hemos comprado con sudor y lágrimas, de nuestro bolsillo. Los padres han sido un apoyo total, yo agradezco a cada uno de ellos porque esto se construyó de a poco y con el aporte que nos dan esto ha crecido, si no fuera por eso, no funcionaría tan bien", dice el líder de la iniciativa que no deja de tomar resguardos ante el COVID-19 porque "aunque sea espacio abierto con aire puro, nos tenemos que cuidar".

"básquet playa"

La nueva cancha de asfalto es la arena de la playa, un poco difícil de imaginar, pero se logró adaptar acorde a las reglas. "Hasta ahora jugamos con el reglamento del básquet convencional, lo que complica es botear porque todos estamos corriendo en la arena, está disparejo el piso, y el balón se arranca", explica López, "entonces lo que hace uno para movilizarse un poco más, es tomar el balón a la altura del pecho, le das un bote, pero no puedes esperar a que suba, te tienes que agachar, tus manos tienen que ir prácticamente a la altura de la arena, y una vez que le das el bote, puedes avanzar uno o dos pasos y lanzas o la pasas".

Aunque el deporte ha sido un éxito entre los miembros del equipo, el fútbol sigue en la memoria, "ellos dicen golazo, hice un golazo, yo los detengo y les digo que esto es básquet, aquí se dice cesta. El fútbol se ha llevado todo en Chile, no sigamos", dice el profesor venezolano que reside en Reñaca junto a su pareja y 5 hijos.

La historia de José se remonta a 12 años atrás, cuando comenzó a trabajar en un colegio, en su país natal, como docente de informática y computación, mientras, a la par, jugaba básquetbol. Los años pasaron y junto a su equipo vino a participar de la Copa Pancho en el Fortín Prat, allí conoció a una viñamarina que le robó el corazón, con quién más tarde formó una familia y luego Talento Humano.

"En el colegio pensaban que yo era el profesor de educación física, yo siempre entrenaba a los jóvenes por ayudarlos y que lo pasaran bien, no porque me pagaran, nunca me sobró la plata pero tampoco me faltó. Mi pareja ha sido un apoyo fundamental en el proyecto que quise formar , que contribuye al desarrollo de los niños, tal como lo hacía en mi país", concluye López, quien invita a visitar la cuenta de Instagram @thbasquetvr donde hay videos y contenidos del club.

"Hasta ahora jugamos con el reglamento del básquet convencional, aunque lo complica es botear el balón".

José López