El lento proceso para intervenir los edificios históricos del plan
Edificios ubicados en las "Zonas Típicas" solo pueden ser intervenidos con autorización y bajo los parámetros del Consejo de Monumentos Nacionales, pero el trámite es lento y burocrático.
Matias Valenzuela - La Estrella de Valparaíso
Bastante de qué hablar ha dado el triste colapso del frontis del histórico Bar Inglés de Valparaíso, y que ha sembrado dudas respecto del mantenimiento de los edificios del casco histórico de la Ciudad Puerto, y al mismo tiempo, levanta una pregunta ¿cómo se puede intervenir este tipo de edificios?
Tras el desprendimiento de la fachada del bar porteño, el encargado de Emergencias del municipio, Ezio Passadore, sostuvo que el propietario debía encargarse de que la reconstrucción fuera armónica con el estilo del sector donde se ubica.
"Hablamos con el dueño, el cual tendrá que restaurar de acuerdo a las líneas arquitectónicas y de diseño del edificio", declaró específicamente.
En efecto, existe un lineamiento de obligaciones formales que se deben asumir al momento de intervenir las edificaciones de ciertos sectores del plan de Valparaíso. El problema es que están lejos de ser un mero "trámite".
En el caso específico del Bar Inglés, este no corresponde al sector delimitado como "Zona Típica", pero sí se ubica en la "Zona de Patrimonio Mundial", condición que tiene normas menos estrictas.
"zona típica"
Para realizar intervenciones dentro de una Zona Típica o Pintoresca (desde pintar una fachada patrimonial hasta demoler una construcción) se debe presentar ante el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) un expediente técnico para su análisis y resolución, según lo indicado en el título VI, artículo 30° de la Ley 17.288 de Monumentos Nacionales.
Este expediente debe contener un ramillete de documentos, como por ejemplo un anteproyecto de arquitectura, una memoria explicativa, fotografías del inmueble, información sobre publicidades comerciales, plano de ubicación, y otros antecedentes, según el tipo de intervención que se realice.
Este proceso puede durar hasta tres meses, de acuerdo a lo que establece la Ley 19.880 sobre Procedimiento Administrativo. El permiso, en caso de obtenerlo, tiene una vigencia de cinco años.
Cabe destacar que este trámite lo puede realizar cualquier persona natural, tanto en las oficinas físicas del CMN como en su sitio web, con Clave Única, pero no en ambas instancias de forma paralela.
Lento y burocrático
El historiador porteño, Lautaro Triviño, sostiene que el problema del mantenimiento de los edificios históricos nace precisamente por lo burocrático de los trámites.
"Ese y otros tantos edificios tienen cero mantención. Edificios muy antiguos del casco histórico, si nos ponemos a hacer un listado, va a ser muy largo. Muchos que, tal vez no vayan a colapsar pero puede que caigan estructuras como cornisas o ese tipo de cosas", opina.
Lautaro enumera a los propietarios, el municipio, el CMN, y la SEC como las partes involucradas en este tema y que -a su juicio- no dialogan entre ellas de forma fluida.
"Ahora están rasgando vestiduras, pero cuando quieres presentar un proyecto de refacción de una fachada, te topas primero con que tienes que sacar permiso para instalar los andamios, mandar todas las solicitudes correspondientes ante el CMN, y se demoran a veces como un año, y eso te lo digo yo por denuncias muy sutiles que he hecho. Se demoran un año en decirte que van a tomar los antecedentes y se va a notificar. ¿Que pasa con esto?, que la gente no quiere invertir por lo mismo, porque encuentra muchas trabas, mucha burocracia de parte del Consejo de Monumentos Nacionales", apunta.
Respecto de qué sectores están en riesgo de derrumbe, menciona el Barrio Puerto, Cerro Toro, y calles Villagrán y Blanco.
"El edificio La Española, que está en la cuadra de Márquez, Bustamante, Valdivia y Cochrane, se ha quemado como tres veces. Ese incluso tienen grietas del terremoto del 2010", nombra.