"Ardilla" sigue sobrevolando el mundo
El deportista viñamarino pasó la mayoría del 2020 en California debido a las restricciones del COVID-19. El exponente del wingsuit comenzó la temporada saltando sobre Sao Paulo.
Volar sin necesidad de contar con motor, de eso se trata el wingsuit, el desconocido y para nada tradicional deporte que consiste en dar un salto al vacío y planear con un traje especial que permite permanecer en el aire, y que posiciona a Sebastián "Ardilla" Álvarez, oriundo del balneario de Reñaca, como uno de los grandes referentes mundiales.
La "Ardilla Voladora" explica que la experiencia es incluso más adrenalínica de noche porque "la oscuridad tiene un valor agregado", dice, "la visibilidad es completamente distinta, las luces de la ciudad hacen todo especial y las referencias cambian, obviamente es mucho más difícil, lo que hace el proceso más espectacular". Incluso utiliza un pequeño truco que desconcierta a quien mire el cielo cuando hace lo suyo junto al español Dani Roman, su compañero de equipo.
"En una ocasión nos pusimos estos tipos de 'chispas de fuego' en los pies para asemejar un meteorito, así la gente pensaba que era uno y nadie entendía nada hasta que veían los videos y se daban cuenta que se trataba de un deporte", relata.
Sao Paulo
Las restricciones a causa del COVID-19 y la expansión del virus en el mundo aplazaron, como en todo deporte, importantes eventos, tal como el Wide Open de Wingsuit de Georgia y California en Estados Unidos, donde Álvarez pasó la mayor parte del 2020.
"Las competencias en China y Europa se pararon por completo a fines de 2019 y me tuve que ir a California, me quedé entrenando allá porque tampoco pude viajar de vuelta a Noruega, que es un país donde voy seguido. El 2020 fue un año súper provechoso pese a todo porque Estados Unidos funcionó relativamente bien y los lugares donde iba a entrenar permanecieron abiertos al público, no cerraron los parques al aire libre", cuenta "Ardilla".
Para el 2021 el panorama cambió y después de casi un año y medio las acrobacias en grupo retornaron, esta vez para conmemorar el tradicional carnaval de Brasil que se suspendió debido al Coronavirus. Si bien no hubo samba ni fiesta en las calles de Sao Paulo, un espectacular show iluminó la madrugada del lunes 15 de febrero.
"Lo que hicimos nosotros, de alguna manera, fue llevar un poco de alegría, en ese momento, para los habitantes que estaban en cuarentena, les hicimos un salto sobre Sao Paulo espectacular, sobrevolamos la ciudad con acrobacias aéreas y aterrizamos en su sambódromo. Quisimos entregar un mensaje positivo, de esperanza y felicidad, porque sabemos que son tiempos complicados para todos por la pandemia", relata el deportista que se juntó, después de largo tiempo debido al COVID-19, con el equipo Red Bull Skydive compuesto por los austriacos Marco Waltenspiel y Marco Furst, el alemán Max Manow, el español Dani Roman y el referente nacional.
La hazaña se realizó desde un helicóptero, a más de 300 metros de altura, donde el grupo se lanzó rasgando el cielo con sus "alas" y luces, volando durante cinco minutos hasta llegar al mencionado Sambódromo de Anhembi, escenario histórico de la festividad local, realizando impresionantes maniobras.
300 metros de altura había cuando el oriundo de Reñaca se lanzó al vacío en Sao Paulo.
Camila Rojas Vargas
La Estrella de Valparaíso