Lucas Suárez Torres

El club Gimnástico de Viña del Mar estaba a pocos días de hacer su estreno en la Liga Sudamericana femenina de básquetbol. Sin embargo, las condiciones sanitarias producto de la pandemia no dieron tregua, y desde la Confederación Sudamericana de básquetbol (ConsuBasquet), se decidió por paralizar la competencia.

Las viñamarinas debían trasladarse a Santiago para disputar el Grupo A junto al otro team nacional, Las Lobas, además de Malvin (Uruguay) y Sodie Doces (Brasil). La situación comenzó a complicarse la semana pasada con el cierre de las fronteras de algunos países y a pesar de que en un momento se gestionó la posibilidad de llevar toda la competencia a Buenos Aires, donde se disputaba otro grupo, finalmente las medidas de salud de cada país hicieron imposible el traslado de delegaciones a otras latitudes, sellando el aplazamiento del torneo.

La noticia golpeó a Gimnástico, quienes se venían preparando desde diciembre, no exentos de complicaciones. Y es en esto último en lo que hacen énfasis desde dicho club, ya que entienden las razones de la cancelación de la competencia sudamericana, pero creen que faltaron voluntades para poder llevar adelante el torneo.

Así al menos lo indicó Jorge Fuentes, DT del club de la Ciudad Jardín. "Creo que es una buena instancia para definir posturas si de verdad apoyarán el básquetbol femenino".

Escenario Adverso

La situación para las viñamarinas venía siendo compleja desde hace tiempo. Desde el comienzo tuvieron dificultades para encontrar recinto donde practicar, debido a la salida de Viña del Mar como sede, llegando incluso a practicar en la calle. Luego se conseguir un gimnasio pero debían lidiar con las exigencias desde la Consu Básquet, propias de la crisis sanitaria, y para las que no encontraron apoyo desde las instituciones del deporte local.

En casos concretos, las jugadoras necesitaban cumplir con test PCR cada cierta fecha de cara a la preparación para el certamen, pero con pocos recursos y escaso apoyo, las jugadoras debían acudir a distintos puntos de la región buscando test gratuitos para poder cumplir con las exigencias del ente sudamericano. La última vez incluso debieron viajar a Casablanca a tomarse las muestras.

La suma de todas estas situaciones ha molestado al DT, quien ve pocas voluntades para apoyar la participación del club local en el importante certamen sudamericano. "Yo sé que en julio se va a jugar, porque ya hay dos equipos clasificados, pero ojalá con esto aprendamos. Al final creo que el básquet femenino tiene muy poco asidero en los dirigentes regionales y en los clubes porque en su momento no hicieron nada para permitir que se jugara. Así es muy difícil avanzar en el deporte".

Seguirán trabajando

En lo deportivo, las muchachas perdieron el trabajo que venían haciendo desde diciembre. Ahora se tomarán unos días de pausa y comenzarán a entrenar nuevamente de cara al reinicio de este torneo en julio, mes donde se espera retomar la Liga Sudamericana femenina. De igual forma, hubo repercusiones en el plantel, donde algunas jugadoras habían pedido sus vacaciones para participar del certamen y terminaron perdiendo esa oportunidad con la paralización del torneo. "Eso nadie lo ve", indicó Fuentes.

Asimismo, esperan poder contar con más apoyo para el futuro, además de sumar algunas posibles refuerzos extranjeras que complementen el plantel. Pero de no ser así, el DT de todas formas confía en sus jugadoras.

Por otro lado, en relación con la competencia local, Fuentes es más pesimista con miras a una reanudación en el futuro cercano del baloncesto nacional. "Por ejemplo, por protocolos se piden test PCR por lo menos una vez a la semana, si no antes y después de jugar y para eso no hay presupuesto en el básquet femenino. Está muy difícil hacer la liga nacional este año. Si se llegara a competir algo en Chile, podría ser un torneo zonal regional, pero yo creo que ya deberíamos pensar en el próximo año", finalizó.

3 y 4 de abril es cuando se debía llevar a cabo el evento, el cual se realizará en julio.