El hijo músico de Juan Falcón prepara disco de salsa a la chilena
Leonardo Falcón lidera Chibano, una banda de ritmos cubanos y letras sociales con la que acaba de presentar "Niñe Pingüino", un adelanto de un álbum que lanzarán a fines de año.
Ignacio Silva
En una conversación con Osvaldo, un amigo cubano de su padre y una suerte de padrino para él, Leonardo Falcón (31) planteó una inquietud que hace rato le rondaba en torno a su identidad.
"Le estaba diciendo que no me siento tan chileno pero tampoco soy cubano, o sea yo no he vivido allá ni nada", relata. "Entonces él me dijo 'tú nunca vas a ser cubano, pero tampoco eres del todo chileno. Chibano, es lo que tú eres'".
La definición del isleño terminó por repercutir en el hijo de Juan Falcón al punto que decidió bautizar con ese particular gentilicio a la banda de salsa que había formado en 2017, luego de años musicalizando obras de teatro como resultado de su afinidad por la música y sus estudios de actuación.
Cuatro años después, Chibano, el grupo, comienza a mostrar sus credenciales: tras presentar un EP en 2018 y una serie de singles durante el año pasado, el conjunto estrenó a fines de marzo "Niñe Pingüino", el single con el que dan inicio a un 2021 que planean terminar con un disco.
La canción es también un buen resumen de la propuesta del colectivo: inspirados por referentes como Rubén Blades, el grupo reúne en su música ritmos caribeños y letras de gran carga social, en este caso inspiradas por los movimientos sociales que comenzaron en 2008 con la revolución pingüina y tuvieron su punto más álgido en 2019 con el estallido social.
"Esto al final nace de un interés de hacer artivismo, que es un concepto que ahora se está ocupando harto, como activismo desde el arte", explica Falcón. "Siempre hemos querido hablar de las temáticas que son las que hay que poner en el tapete, ser comunicador, ser voz de circunstancias e injusticias que uno mismo vive".
Eso sí, Leonardo se apura en aclarar que su vínculo con la salsa no parte del todo por la nacionalidad de su padre. "Me da risa porque mi papá es un ser arrítmico. El loco baila mal, es de los que agarra un tamborcito en el carrete y caga la jam", bromea en referencia al actor de teleseries como "Iorana", "Romané" y "Pampa Ilusión".
-¿Entonces por dónde viene esta afinidad con la salsa?
-Yo creo que es más por mi mamá. Ella hace canciones desde que nació, ella es la que de verdad bailaba salsa y todo. De verdad siento que casi que me gusta más la salsa por mi mamá que por mi papá. Pero claro, evidentemente la cuna del son que es desde donde se desprende toda esta mescolanza a la que llamamos salsa, es Cuba. Y que él sea cubano lo hace especial. Pero no creo que sea tanto por eso. Ahora, sí me permitió estar muy vinculado a la cultura cubana, lo que me ha permitido también entender un montón de códigos que están muy presentes en la salsa. Eso definitivamente.
-¿Y cómo se configuró esta "salsa social"?
-Mira, sucedió. Es bien loco porque la salsa en Latinoamérica tuvo un boom gigantesco al mismo tiempo que lo tuvo en Estados Unidos, en la década del 70. Pero justamente a Chile, a Argentina y a Brasil casi no llegó, llegó un poco en los años 80 de la mano de Rubén Blades. Y justamente a Chile llegó porque lo escuchaba gente más progre por el vínculo que tenía con Cuba y por Rubén Blades, que es uno de los papás de la salsa social. Entonces a Chile llega tardío, pero de la mano de eso. Y mi madre fue bastante inspiración para que me gustara. Ella es profe de música y siempre escuchó ese tipo de música, siempre estuvo vinculada con Cuba, con la música cubana y en general con esta música más combativa, con discurso. Mi papá es cubano directamente, es actor también, pero yo no creo mucho en que la genética sea capaz de forjar de antemano mi gusto ni mis habilidades, pero hay un vínculo innegable desde lo cultural.
-¿Cómo has sentido la acogida a tu salsa social dentro del público joven chileno?
-Dentro de la escena salsera chilena tenemos un lugar, somos parte de esta comunidad que se está transformando, se está deconstruyendo también. Así como mucha música popular, la salsa es muy machista, tiende a ser superficial y a hablar de las misma cosas. Tiene este metadiscurso, salsa hablando de salsa; una música muy sabrosa diciendo "sabor". Yo creo que eso está pasando en la escena y dentro de ese escenario nuestra propuesta ha encajado muy bien. Ha llamado la atención también porque lo que hacemos nosotros es salsa a la chilena
-Durante el 2020 lanzaron varios singles y ahora partieron el año con "Niñe Pingüine". Pensando en el futuro, ¿la idea es lanzar un disco?
-Tenemos un calendario bien cargadito. Estamos bien contentos, esta fue nuestra primera arremetida con "Niñe Pingüino", pero tenemos agendado un lanzamiento por mes, vienen tres singles más después de éste, y al finalizar ese tercer single ya van a haber 11 temas en plataformas digitales, entonces vamos a hacer un disco que va a contener todos esos temas que hemos lanzado con el proyecto. Así que se vienen hartas cositas, nuevo single, formato disco, esperamos poder hacer shows por streaming si es que no podemos salir a la calle, y salir a tocar apenas se pueda.
"Dentro de la escena salsera tenemos un lugar, somos parte de esta comunidad que se está transformando".
Leonardo Falcón