Nuestro país estaba considerado entre los más seguros y tranquilos para vivir, y el con mayor crecimiento, en lo económico, social y sanitario. Lamentablemente, esa visión positiva, se está quedando atrás y estamos transitando del Paraíso al Infierno. Lo económico y sanitario, aún lo podemos catalogar como aceptables, sin embargo, en lo social, el Paraíso sigue siendo el Paraíso, pero ahora, para los delincuentes. Las policías se están viendo sobrepasadas, y aunque hacen su trabajo, al llegar a los tribunales, se les va, como el agua entre los dedos.

Jorge Valenzuela Araya

Tenían toda la razón, quienes tras la muerte de Maradona, decían que igual iba a seguir vivo entre nosotros, pero lo que no adivinaron y menos se imaginaron, es que no por seguir hablando y viendo sus jugadas y sus goles, sino que más bien por todos los condenables hechos que rodearon su fallecimiento, en especial por su entorno familiar, hijos, herencias y del equipo médico, que se suponía estaba para proteger la vida del "10", tanto así, que ya da como para un guion de una película llena de intrigas, misterios y deslealtades, y uno que otro gol incluido, ojalá que no se olvide, que antes que nada, fue un grande del fútbol. Irrepetible.

Luis Enrique Soler

Si Víctor Acosta y Lázaro Salgado, los autores de "La Joya del Pacífico" (según mi amigo Queno Rodríguez en su libro "El himno que se baila") hubieran conocido el Valparaíso actual, dudo que les hubieran salido estrofas tan bellas.

Caminar por Condell, avanzar por Pedro Montt; ver a tantas personas viviendo en malas condiciones, armando chozas para dormir en cualquier parte; familias de migrantes pidiendo en la calle, personas ebrias sin rumbo ni futuro...son escenas que para mí no inspiran palabras hermosas.

Es más, si yo fuera poeta -lamentablemente no tengo ese don- seguro mezclaría en mis versos palabras como oscuridad, suciedad, abandono, pobreza, nostalgia, injusticia, desidia.

Mejor no sigo.

Isabel Rojas