Escritora local es candidata al concejo municipal en Quilpué
Marjorie Mardones es académica y gestora cultural. Propone más transparencia, mejorar la gestión, trabajar con el territorio y su identidad e integrar a la comunidad a través de la cultura.
Javiera Espinosa Pizarro - La Estrella de Valparaíso
"Más allá de ser académica, una es pobladora, madre, es trabajadora", manifiesta Marjorie Mardones, quien vive hace más de 20 años en Quilpué y cree que la educación, la cultura y el arte son los motores para levantarse y forjar una identidad territorial en la ciudad del sol.
Declara que ha estado vinculada durante la mayor parte de su vida a lo político, no a los partidos políticos, debido a que su militancia se da con el rol de la educación como un agente de cambio, siendo una candidata completamente independiente.
Con la llegada del estallido social, Mardones reafirmó lo que se venía gestando en sus convicciones, "el rol que cumplió el arte en ese momento. Lo vimos en las calles llenas de murales, música y festividad. Las crisis política y social que atraviesa Chile se vive con este giro estético y de contenido" y agrega que "ese vínculo es super potente a la hora de pensar la realidad que estamos viviendo hoy por hoy. Hay una cuestión social de educarse, de saber y aprender". Siendo este uno de los principales ejes de donde se levanta esta candidatura.
Ante eso afirma que hace años atrás esta candidatura no la hubiese visto como parte de lo posible, pero a partir del estallido social marcó un punto de inflexión: "Creo que a muchos nos vino un cuestionamiento acerca de los roles que jugamos en nuestras comunidades y en mi caso esa pulsión por pensar en tomar ciertas responsabilidades".
Reflexiona que "el mundo de la cultura no quiere involucrarse en política, porque está la idea de que la política es sucia y corrompe, pero lamentablemente esas voces críticas tampoco son capaces de levantar alternativa". Entonces para Mardones las posibilidades que brinda su candidatura al concejo, son vigilar, fiscalizar y tener una voz para instalar temas, "por parte de gente que no tenemos esa trayectoria política probablemente, pero sí tenemos mucho que decir y hacer y tenemos un trabajo en terreno real", precisa.
Mardones levantó el proyecto "Mujeres que leen mujeres", colectivo que se dedica a la literatura y a visibilizar a autoras locales y reconocerse entre pares, generando encuentros de lectura, presentaciones de libros y conversatorios.
Además, tras el estallido social surge "TVecina", un canal comunitario que rescata el testimonio de quienes habitan el territorio local, a través de conversaciones con artistas y gestores culturales de la zona, buscando un espacio de diálogo comunitario. Además de una "Asamblea Cultural", que busca salir de la lógica "eventista", que como cuenta la candidata es un fenómeno que se da en la ciudad del sol, hacer eventos con gente de Santiago o Valparaíso como sinónimo de cultura, es por eso que esta Asamblea convoca a artistas, gestores culturales locales, vecinas y vecinos que muestren su propia cultura e identidades.
Mardones agrega que para ella es preocupante que los quilpueínos no sepan dónde está la biblioteca local, que el museo se abra para algunas instancias y otras no, que no exista oficina de la mujer u oficina migrante.
En dicha comuna el apruebo triunfó con un 77% de los votos en el Plebiscito de octubre pasado y Marjorie Mardones enfatiza en que ese Quilpué busca los cambios que ella propone y ahí es donde pone sus esfuerzos. Indica que la comuna ha crecido considerablemente en los últimos años y dejó de ser "ciudad dormitorio".
Propuestas
La escritora quiere potenciar la transparencia y gestión del Concejo Municipal de Quilpué, proponiendo que todas las sesiones ampliadas del concejo se transmitan a través de diversas plataformas, visibilizando el detalle de las votaciones con los nombres de quienes aprueban o rechazan iniciativas.
Quiere llevar el Concejo a los territorios de Quilpué, comprometiéndose a que además de las sesiones obligatorias propias del quehacer municipal, se instale una oficina cada semana que sea capaz de recoger las iniciativas, "entendiendo que es el servicio público debe generar lazos activos con la comunidad y no al revés", precisa. Además pretende potenciar la descentralización de las actividades para que los barrios tengan vida en comunidad, entendiendo que el municipio debe cumplir rol de educar a la ciudadanía, y no solo generar espacios de divertimento.
Marjorie propone que "las actividades que emanen del municipio tengan una mirada no eventista ni propagandística del alcalde, como ocurre actualmente, sino que antepongan a los intereses personalistas el trabajo y los intereses de la comunidad". Añade que procurará que las actividades tengan relación con la Memoria y el patrimonio de la comuna, debido a que "la identidad de una comunidad permite el actuar como cuerpo humano, con sentires y proyecciones comunes", declara.
Junto con esto pretende levantar una oficina denominada Integración y calidad de vida, que vele por la Mujer, Migrantes, la Inclusión y Adulto Mayor. A esto se le suman iniciativas que estén vinculadas con la Corporación de educación y salud municipal, para generar una educación cívica para la regeneración urbana y medioambiental, del autocuidado, de la salud, de economías solidarias. "Con la iniciativa cotidiana de educar a la comunidad respecto a los derechos humanos, entendiendo que éstos incluyen acceso a la salud, a la educación, el derecho de niños y niñas, el derecho a la información y la libre opinión", explica Mardones.