"Yo nací sobre ruedas". La emoción de Romina Muñoz, excampeona nacional y entrenadora de patinaje, se refleja en sus palabras cuando cuenta su historia en el deporte rodado. Toda su familia se ha dedicado a esto: desde su abuelo, que posee una pista nombrada en su honor en Viña del Mar -"se llama Raúl San Martín, como él", comenta con orgullo Romina-, pasando por su madre hasta su hija de cuatro años, quien participa en presentaciones a su lado.

Con medallas y hasta un primer puesto en el campeonato nacional, la deportista optó por dejar un espacio en la selección de lado y ponerse a estudiar sicología. Sin embargo, no pudo apartarse del deporte por mucho tiempo y tras unos años, decidió ofrecer clases de patinaje para niños de todas las edades, primero en Villa Alemana y luego en Quillota.

Sin equipo ni espacio acondicionado, la academia Alun Cuyen trabajó adaptándose ante todas las adversidades: "Nunca tuvimos las condiciones, toda nuestra historia fue en multicanchas, ni tuvimos pista. Por lo general las canchas estaban sucias, eran chicas (…) pero nosotros queríamos patinar, nos adaptamos a pistas mojadas, ausencia de baño, niños que no estaban en las clases entrando, caídas de niños por piso mal acondicionado, entre otras cosas", explica la maestra.

Pandemia

Luego, con la llegada del COVID-19, otro obstáculo se presentó ante la escuela, que mediante clases vía Zoom y posteriormente lecciones con aforo reducido y al aire libre lograron sobrellevar los riesgos que el virus había traído consigo.

Sin embargo, con el 2021 buenas noticias llegaron respecto a los deportes sobre ruedas: había nueva cancha. Medida que, dentro de Alun Cuyen, no se esperaban.

"Cristian, quien es el actual presidente de nuestro club, mandó una carta con esta petición al alcalde, pero de ahí a que se fuera a gestar esto, no teníamos idea. Para nosotros quedó en pausa", explica Muñoz.

Hasta que, poco antes de abrirse, la escuela recibió el comunicado explicando que la pista estaba lista y junto a una invitación -tanto para profesores como alumnos- a probarla. El lunes 15 de febrero Romina pudo pisar la cancha. Su reacción fue de incredulidad: "Cuando patiné en ella, fue como estar volando (…) hace muchísimo tiempo que no había sentido algo así, sentir la pista lisa y preparada, trabajar mis saltos y piruetas fue súper impactante".

Inauguración

Con aplausos y presentaciones de las alumnas al día siguiente fue inaugurada la obra, para los funcionarios municipales un ejemplo de su labor, para las deportistas sobre ruedas una nueva oportunidad de mejorar y entrenar. La hija de Romina cortó el listón y juntas patinaron sobre el concreto, lugar que hoy se encuentra a la espera del 8 de marzo, donde estará abierta nuevamente.

Con esta nueva construcción, el siguiente paso para las deportistas es claro: trabajar en las nuevas rutinas y prepararse para, en un futuro lejos de la pandemia, participar en campeonatos nuevamente. Hasta ese momento pequeños pares de patines estarán en la cancha de Villa Alemana, sin mucho reparo de ponerse a rodar.

Josefina Piddo

La Estrella de Valparaíso