Uva de mesa de San Esteban y Santa María siguen perdiendo cosecha
Seremi de Agricultura Humberto Lepe explicó el fenómeno de la gotitis sigue afectando a los parronales a casi una semana de la lluvias.
Con un total de 15 a 80 milímetros de precipitaciones en comunas precordilleranas de la región, el evento de mal tiempo del fin de semana aún no se puede cuantificar en cifras, pues el agua ha seguido pudriendo la uva de mesa, la cosecha más afectada en la región.
Los primeros informes indican que las provincias de San Felipe y Los Andes fueron las más afectadas de la región, en la que se registraron entre 20 y 80 milímetros de agua caída, situación que generó importante afectación en cultivos de uva de mesa y en menor medida en carozos, nogales y hortalizas.
Desde Fedefruta confirmaron que un 70% y 80% de las frutas estarán afectadas tras las lluvias, aluviones en la precordillera e incluso granizos que durante casi dos minutos golpearon fuertemente las cosechas.
Vicente Valdivieso, presidente de la Asociación de Agricultores de Aconcagua afirmó que hoy es muy prematuro realizar un balance de los daños, ya que hay que esperar para cuantificar la situación. Es que el propio seremi de Agricultura explicó que "el daño en uva en mesa es variable, dentro de cada provincia y comuna. Porque hay parronales con daños mayores del 100% incluso con daños de estructura por exceso de peso. Otros parronales tienen un 30 o 40% de bayas con partidura y ahí tenemos que evaluar al momento de la cosecha", explicó Lepe, quien manifestó que estos días se está en la etapa de levantar y catastrar el nivel de daño para dar ayudas.
En el caso de los usuarios de Indap el registro es más rápido y directo, sin embargo en otros agricultores la tarea es más larga y se debe llamar para catastrar.
Nunca antes visto
Juan Carlos Cepeda se dedica hace 15 años al cultivo de uva de mesa de la variedad thompson seedless que produce para exportación en la comuna de Santa María. Dice que nunca había visto un evento climático de este tipo, sólo hace seis años una llovizna que le provocó casi el mismo daño que tiene ahora con casi el 90% de pérdida. "El día antes echamos un producto para proteger un poco la uva, pero no sirvió. El domingo vimos que estaba casi todo perdido, vamos a salvar un 10 % de la producción. La uva se partió y ahora entra la botrytis y se pudre entero el racimo. Tenemos un seguro de INDAP que espero nos cubra en algo la pérdida. Además, apuntalamos una hectárea que estuvo a punto de caerse. Tengo créditos con INDAP y créditos del banco. Estamos muy complicados".