Julio Fossa, el porteño que se codeó con Monet y Renoir
Destacado artista fue premiado en Chile y Francia. Hecho prisionero en la II Guerra Mundial. Hoy sólo una de sus obras es accesible en la V Región.
Alex Dixon Fajardo - La Estrella de Valparaíso
El pasado 15 de enero se cumplieron 75 años de la muerte del pintor porteño Julio Fossa Calderón, Actualmente, el Museo Palacio Baburizza es la única institución pública de la zona que posee una obra del desconocido artista nacido en la ciudad puerto.
La pintura, hecha en 1920, se llama "Retrato de los Señores Calamaro Natero" y fue donada por la misma familia al useo. La obra puede ser visitada de martes a viernes, entre las 10 y las 16:30 horas.
¿Quién fue?
Un 15 de enero de 1946 fallece en París el destacado pintor chileno Julio Fossa Calderón. Su vida estuvo marcada por una extensa formación artística y profesional tanto en Chile como en Francia. Fue ampliamente premiado y fue testigo de las dos mayores guerras que azotaron Europa en el siglo XX.
Julio Fossa nació el 17 de octubre de 1874 en cerro Barón, en Valparaíso. Hizo sus estudios en el Liceo de Hombres de Valparaíso - actual Liceo Eduardo La Barra -, donde a los 12 años de edad comenzó a recibir sus primeras clases de arte por parte del importante pintor chileno Juan Francisco González.
Finalizada su educación formal, recibió clases particulares de pintura en el taller de arte de Evaristo Garrido, que estaba instalado en Valparaíso.
Período en Francia
Continuando su formación artística, Fossa se inscribió en la Escuela de Bellas Artes de Santiago. "Fossa Calderón se formó bajo el alero de grandes pintores como Juan Francisco González y Pedro Lira. Continuó sus estudios y perfeccionamiento durante dos décadas en distintas academias de Francia, principalmente en París. Pero además tuvo contacto con el nacimiento de las vanguardias históricas, donde pudo conocer a artistas de la envergadura de Claude Monet o Pierre-Ausguste Renoir", explica Javier Muñoz, encargado de Colecciones y Contenidos del Museo Baburizza.
Julio Fossa llegó a Francia el año 1906, para ingresar a L'École des Arts Décoratifs, y posteriormente estudiar en la Escuela de Bellas Artes de París. Este encuentro con el impresionismo francés es importante ya que el pintor porteño se apegaba al riguroso estilo academicista imperante de su época.
"Sus obras son sumamente figurativas, donde el dibujo destaca por su perfección", explica Muñoz. Sería su tiempo en Francia el que lograría soltarle la mano para trabajar con mayor libertad.
La II guerra mundial
Durante este período recibió muchos reconocimientos, tanto en Chile como en el extranjero. No volvería a nuestro país sino por ofertas laborales, como plazas de director en academias de arte, aunque nunca estaría más de dos años seguidos. Siempre retornó a Francia, donde se encontraría con el estallido de la Primera y la Segunda Guerra Mundial.
Daniela Sepúlveda Moya, pintora titulada de la Universidad de Chile, explica en una de sus investigaciones, que "cuando Francia fue invadida por Alemania, la embajada chilena de París, antes de cerrar sus puertas, ofrece al artista junto con su familia, retornar a Chile. Julio Fossa no acepta la oferta y se queda acompañando a los suyos. El artista fue entre tantos otros, tratado como prisionero de guerra, la vida en ese período fue de sufrimiento y privaciones".
Toda la familia sobrevivió a la guerra, pero quedaron muy débiles de salud. Julio Fossa Calderón fallecería poco tiempo después de su liberación, el 15 de enero de 1946.