"Los niños de ahora son esencialmente los mismos que los de hace 40 años"
El clásico grupo infantil, que en 2020 cumplió cuatro décadas de carrera, comienza el año con un show por streaming. Michelle Salazar, una de sus fundadoras, hace un repaso por su historia y analiza los cambios desde sus inicios en los 80.
Ignacio Silva
En la nutrida historia de Mazapán, el 2020 era un año importante. El grupo de música infantil cumplía cuatro décadas de historia y, aunque no había planes del todo definidos, la intención era celebrar el hito durante toda la temporada.
"Esa era nuestra idea, pero con el año pandémico no tuvimos ninguna posibilidad", cuenta ahora Michelle Salazar, una de las fundadoras de la banda que ha marcado la infancia de los niños chilenos desde los años 80.
Lejos de quedarse en lamentos, el conjunto ideó un nuevo proyecto: imposibilitadas de presentarse en vivo, a mediados de diciembre grabaron en la mejor calidad posible un concierto que ahora transmitirán a través de la plataforma Arena Virtual durante el fin de semana del 16 y 17 de enero (entradas a $3.000 en Ticketpro).
"Bueno, en un show como este indudablemente que te falta todo el feedback que te da el público. Pero nosotras tuvimos la experiencia de hacer televisión un par de años y esa experiencia era muy similar a esta, porque le cantábamos a un niño que estaba en la casa. Así que fue muy natural, era como estar haciendo televisión", analiza la música sobre el espectáculo.
Además de canciones clásicas como "Una cuncuna amarilla" y "La vaquita loca", en el concierto Mazapán repasa algunas de las piezas de "La Ballena Filomena", el disco que lanzaron en 2019, previo a la pandemia y que hasta ahora casi no habían podido mostrar en vivo.
"Alcanzamos a hacer un concierto a final del 2019, pero fue como bien a última hora porque después del 18 de octubre la cosa también estaba bastante complicada, así que hicimos una cosa pequeña. Eso también quedó pendiente, pero el disco está en este minuto en Spotify, y ahí ha tenido hartos seguidores", resume Salazar. "Y fíjate que tenemos material para hacer otro más pero ni una posibilidad mientras todavía estemos en pandemia".
-¿Siguen componiendo a menudo?
-Sí, y tenemos mucho material. Yo creo que podríamos hacer unos dos o tres discos más. Lo que pasa es que cuesta ahora con el tema de la pandemia. Y sale bastante caro hacer un disco. Nosotras siempre nuestros discos los hemos hecho de manera independiente, entonces hay que juntar las lucas. Y nunca es algo que se recupere, es más bien un gusto que te das de poder dejar tu música plasmada para que la escuche la gente.
-¿Cómo ha cambiado la dinámica del grupo con la pandemia? Ustedes se juntaban a ensayar dos veces por semana. ¿Tuvieron que adaptarse a hacerlo por Zoom?
-Nosotras toda la vida nos hemos juntado religiosamente dos veces a la semana para ensayar y, bueno, a conversar también porque somos grandes amigas, pero fundamentalmente para ensayar. Pero olvídate, por Zoom fue imposible. Tratamos de hacer un par de veces algo, pero no prosperó. Así que cada una ha ido tocando sus partes en canciones nuevas que estamos sacando ahora, estudiándolas, pero individualmente. Ha sido imposible hacer algo juntas sin estar juntas realmente.
-Algo que se ha demostrado con la cuarentena, en plataformas como Spotify y YouTube, es que a los niños siguen gustándole mucho las canciones de Mazapán. ¿Por qué será?
-Bueno, yo creo que los niños, a pesar de ser niños y que uno crea que saben poco, son los grandes apreciadores. O sea, tienen gustos, se dan cuenta y captan que la música nuestra aparte de ser atingente a las preocupaciones, a lo que a ellos les gusta en los textos, es música de calidad. Y nos preocupamos de que las canciones tengan distintos arreglos, con distintos instrumentos, entonces no es siempre cantar canciones siempre solo con la guitarra y un piano, sino que tratamos de ir enriqueciendo a los niños y a la familia en general con distintos estilos musicales y arreglos también. Son arreglos bien pensados, con harta armonía, con distinto sonido, y eso yo creo que los niños lo aprecian, se dan cuenta.
-¿Han cambiado mucho los niños en estos 40 años?
-Yo creo que los niños de ahora son esencialmente los mismos que los de hace 40 años, en el sentido de que son curiosos, les encanta la naturaleza, les gustan los animales, les gusta la vida al aire libre. Lo que pasa es que la vida nos ha cambiado mucho, apareció toda la tecnología, desgraciadamente los celulares que los niños lo agarran y se ponen adictos inmediatamente. O de repente por el estrés familiar ahora la gente en vez de ir a un parque o instalarse en una plaza tienen que ir a un mall porque aprovechan de comprar cosas. Entonces es como que los adultos hemos ido cambiando, de alguna forma, la manera de gozar de los niños. En vez de que estén jugando afuera con tierra, están dentro de un mall; en vez de estar leyendo un cuento, están jugando con el celular. ¿Me entiendes? Pero si ellos tienen la oportunidad de lo otro, de lo de siempre, van a ser igual a los niños de cualquier momento.
-Y ustedes como Mazapán, ¿cómo se sienten con los 40 años de carrera? ¿Han cambiado mucho las cosas?
-Yo creo que ha sido una historia que ha ido avanzando. Nosotras partimos, éramos muy jovencitas, con niños chicos, trabajando en la televisión, haciendo clases en colegios o en universidades. Imagínate, han pasado 40 años y ya somos abuelas. Ahora las últimas canciones están pensadas para los nietos. Pero el espíritu en el hacer música, la motivación es la misma: hacer música de calidad pensando en los niños, con temas de niños, para los niños y también para la familia. Entonces no sé si hemos cambiado tanto, nos hemos puesto más viejas obviamente.
"Antes le cantábamos a un niño que estaba en la casa. Así que fue muy natural, era como estar haciendo TV".
Michelle Salazar, Fundadora de Mazapán