Un gol que no fue y un cabezazo amargaron el regreso de Calera
En la ardiente carpeta sintética del Nicolás Chahuán, los rojos perdieron ante O' Higgins, resignando el invicto en calidad de local y dejando pasar la opción de acercarse a la UC.
Claudio Morales Salinas
Luego de exactos 21 días, Unión La Calera se reenganchó en el campeonato, pero lo hizo con una derrota en condición de local ante O' Higgins por la cuenta mínima, perdiendo así el invicto que ostentaba jugando en casa esta temporada. Y si el pasado 9 de diciembre ante Palestino, el elenco de Juan Pablo Vojvoda tuvo como un obstáculo insalvable el intenso calor y el desgaste con que llegó en ese momento, ayer en el Nicolás Chahuán la temperatura también fue factor.
Aunque ante los celestes el conjunto calerano en algo recuperó su habitual juego de toque, posesión y pasada por las bandas de los laterales, tomando en cuenta que solo había entrenado en cancha desde el viernes pasado. Sin embargo, los rojos carecieron de profundidad y contundencia -más que de costumbre- y se fueron diluyendo en el segundo tiempo a medida que mermaban las fuerzas y no salía el gol.
En el otro bando, y con lo viejo zorro que es, Dalcio Giovagnoli apostó por aguantar y dejar pasar los minutos manteniendo un empate que en cualquier momento podía transformarse en triunfo. Es así que viendo lo apretado del calendario, y tras haber perdido con Wanderers el pasado fin de semana, el DT de los rancagüinos sorprendió con una alineación con varios cambios. De hecho, dejó de lado a varios titulares, a algunos en la banca (como Ramón Fernández y Tomás Alarcón), y a otros ni siquiera los citó, caso de Gustavo Gotti y Roberto Cereceda.
Vojvoda, en cambio, no se puede dar esos lujos, ya que cuenta con un grupo en que los once, doce o trece que habitualmente juegan, no tienen reemplazantes del mismo nivel en el resto del plantel. De hecho, se extrañó la presencia del zurdo Fernando Cordero.
Un gol los tumbó
En muchos partidos Unión La Calera desgasta y domina a los rivales haciendo circular la pelota y buscando los espacios para dañar en el arco de enfrente. Ante O' Higgins echó a andar ese plan, aunque con los circuitos un poco cortados, y por lo mismo, sin tener muchas llegadas a la portería de un viejo conocido como Augusto Batalla. Solo un derechazo cruzado de Thomas Rodríguez tapado por el golero, un remate levemente desviado de Juan Leiva y un frentazo de Gonzalo Castellani que se fue por encima del larguero, encendieron la ilusión roja.
Menos aún llegaron los visitantes, aunque a través de otro ex, Marcelo Larrondo, tuvieron en el arranque una opción que conjuró muy atento Alexis Martín.
Esa primera parte de la fórmula ya conocida no se pudo canalizar como otras veces, ya que al no salir la jugada precisa para definir, las ideas se fueron nublando (salió agotado Castelllani) y las energías se fueron acabando bajo un sol que pegaba fuerte.
De esta manera, a O' Higgins si se le iba dando el partido que había planificado su técnico. Se agrupaban y le cerraban los espacios a un local que se diluía. Ahí entraron a tallar las bancas, e increíblemente, pese a la campaña de uno y otro en el campeonato, los celestes demostraron tener mejores alternativas en la suplencia.
Entró por ejemplo Ramón Fernández, y el diestro volante ejecutó en tiro de esquina (el primero que tuvo a favor la visita) que cayó justo en la cabeza de otro avezado como Albert Acevedo, quien se sacó unas desatentas marcas caleranas para clavar el cabezazo al costado izquierdo del arco de Martín. Gol en los 76 minutos y a cerrar el partido para un equipo que se está jugando la permanencia en Primera.
¿Y Calera? Solo tuvo una chance clara en el segundo tiempo, y con polémica, ya que un remate de Rodríguez azotó el travesaño y luego picó en el piso, ¿en la línea, más atrás de la línea, completamente detrás de la línea? Ni el juez César Deischler ni en el VAR quisieron comprometerse y no hubo revisión de la jugada. Fue cuando aún estaban cero a cero. Luego el mazazo de Acevedo fue letal para un equipo calerano que tampoco encontró salvadores entre los suplentes.
La Estrella Quillota - Petorca