Niña de 10 años le pidió al Viejo Pascuero atención cardiológica
Catalina Monardes llegó a Olmué hace 3 años y desde esa fecha que no ha podido tener una hora con un especialista tras mudarse de Graneros, región de O'Higgins y haber sido diagnosticada con soplo al corazón e hipertensión pulmonar leve.
Redacción - La Estrella de Valparaíso
Entre las 170 cartas que recibió el Municipio de Olmué en la campaña "Regalando Alegría", cuyo objetivo fue apadrinar sueños navideños de niños de la comuna; la pequeña Catalina Monardes de 10 años conmovió el corazón de todo el equipo municipal.
En una breve carta, escrita con una hermosa letra, la alumna del Colegio Montevideo con domicilio en Cajón Grande, sector de Granizo, pidió una hora con un cardiólogo.
"Me gusta jugar y mi mamá se preocupa y no me deja que me agite hasta que vea un médico", resume la niña en la carta.
Soplo y arteria tapada
Ximena González, madre de Catalina, sostiene que la situación de su hija está en espera, debido a que tras trasladarse desde Graneros, región de O'Higgins, a Olmué hace tres años, no ha logrado atenderse con un especialista en la región.
"En el hospital de Rancagua se le diagnosticó un soplo al corazón, una arteria tapada y una leve hipertensión pulmonar", manifiesta la progenitora de Catalina, que advierte que hay una interconsulta médica gestionada antes de pandemia, pero que no se ha hecho efectiva.
"Cuesta mucho que Catalina se mantenga tranquila y no se agite, la idea es que no corra ni juegue con tanta energía. Ella además es una niña hiperactiva, con déficit atencional y se medica para ello porque no se concentra en el colegio", revela Ximena, quien sostuvo que antes de llegar a Olmué, la doctora de Rancagua le dijo que Catalina tenía dos opciones: operarse o tratarse con medicamentos, sin embargo no ha sido evualada desde los 7 años.
Hora médica
A través del departamento de salud comunal, dirigido por Úrsula Mir, el municipio de Olmué gestionó una hora con un cardiólogo infantil para el 15 de enero en un establecimiento privado y simultáneamente desde el hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar se comprometieron a agilizar la interconsulta que quedó postergada por la pandemia y otras prioridades de salud.
La noticia se la entregó a la madre de Catalina, el propio alcalde de Olmué Jorge Jil, que visitó a la niña junto a la jefa del departamento Social María Angélica Narbona y la directora de salud Úrsula Mir.
"Desde que supimos de la carta de Catalina comenzamos a gestionar de inmediato una ayuda y costó encontrar un cardiólogo infantil, pero finalmente se logró coordinar con el Fricke y el sector privado y lo primero es que el 15 de enero será evaluada. Hoy logramos comprometer a la familia a cuidar a Catalina y hablamos con ella para que se cuide, pues sin eso ni el mismo Viejito Pascuero la va a poder ayudar", sostuvo la directora de salud de Olmué.
Sentido de navidad
El jefe comunal Jorge Jil destacó que el caso de Catalina es un ejemplo del real sentido de Navidad.
"Mientras la mayoría de los niños o jóvenes pueden estar pensando en un regalo material, esta niña pidió una ayuda médica, centrada en su salud. Esperamos que con la evaluación y exámenes que se le practiquen puedan ayudarla y logre tener una vida normal o con mejor calidad de vida".
La visita municipal incluyó además un presente navideño a Catalina y su familia. El apadrinamiento de la niña por parte del municipio seguirá por un tiempo más extenso, pues se seguirá monitoreando su caso hasta conseguir un diagnóstico claro y ojalá una solución a su enfermedad.