A un siglo del ascenso del "león de Tarapacá"
Tras la que es quizás la elección más reñida de nuestra historia, el 23 diciembre de 1920 asumió como Presidente de la República, inaugurando un periodo que pondría fin al viejo sistema parlamentarista y oligárquico. Su mandato estuvo marcado por la irrupción de las clases medias en Chile y los movimientos sociales. Tuvo que dejar el país tras el "ruido de sables" y volvió en 1925 para redactar una nueva Constitución, que rigió hasta 1980. Fue, sin duda, uno de los políticos chilenos más importantes del siglo XX.
Por Juan Guillermo Prado.
Una de las campañas presidenciales más reñidas sucedió hace un siglo. Se enfrentaron Arturo Alessandri, representando a la Alianza Liberal; Luis Barros Borgoño, a los sectores conservadores; y Luis Emilio Recabarren, por el Partido Obrero Socialista, que obtuvo una ínfima votación.
La candidatura de Alessandri utilizó durante la campaña la música del popular tema mexicano "Cielito lindo", que fue modificado para la ocasión: "En los brazos de la Alianza, cielito lindo, va el gran Arturo, y eso le significa, cielito lindo, el triunfo seguro. Sí, ayayay, Barros Borgoño, espérate a que Alessandri, cielito lindo, te baje el moño. Una marca de fuego, cielito lindo, tiene Borgoño: la de querer ser libre, cielito lindo, siendo pechoño. Y luego: si un fraile te pretende, cielito lindo, hazte la boba, pero tranca la puerta, cielito lindo, con una escoba, si ayayay…".
Un Voto de Diferencia
La elección fue tan estrecha que, a instancias de Alessandri, se formó un tribunal de honor para determinar quién sería el triunfador. Este dio como ganador a Alessandri con 177 electores contra 176 de Barros Borgoño. El 6 de octubre de 1920 fue proclamado Presidente de la República por el Congreso Pleno, con 87 votos a favor y 29 en blanco. Su triunfo marcó el fin del parlamentarismo, de un país gobernado por las oligarquías y de una visión decimonónica.
Fue el momento en que surgieron las clases medias, llegando durante el siglo XX al Palacio de la Moneda. También fue la irrupción de movimientos sociales como los partidos feministas, los sindicatos y la Federación de Estudiantes de Chile.
El candidato triunfante asumió la presidencia el 23 de diciembre de 1920. No fue un mandato tranquilo; hubo gran agitación social, matanzas en la zona salitrera, ocurrió el "ruido de sables" y se disolvió el Congreso Nacional por la Junta de Gobierno que lo derrocó. En 1924 salió al exilio y retornó en 1925 para promulgar una nueva Constitución, que fue aprobada por plebiscito. Más tarde se aprobó la ley de sindicatos.
Para conocer el significado del triunfo de Alessandri, entrevistamos a Pablo Rubio Apiolaza, postdoctorado en historia de la Universidad de Georgetown e investigador de la Biblioteca del Congreso Nacional, sobre ese controvertido período.
-¿Cuál fue el contexto de las elecciones presidenciales de 1920?
-La situación se caracterizó por una turbulencia importante, fruto del mayor peso que adquirieron las clases medias y populares en los sistemas políticos. La incertidumbre provocada por la Primera Guerra Mundial (1914-1918), además, aceleró una tendencia a favor del cambio. Fenómenos globales como la Revolución Rusa de 1917 estimularon los movimientos de izquierda mundial, y los más locales como la Revolución Mexicana de 1910, más los procesos reformistas sudamericanos encabezados por Hipólito Yrigoyen en Argentina y José Batlle y Ordóñez en Uruguay, en las primeras dos décadas del siglo, pusieron en tela de juicio las bases del sistema oligárquico imperante. En Chile, la Primera Guerra Mundial actuó como reveladora de una crisis del capitalismo liberal y visibilizó la precaria situación en que vivían las grandes masas obreras, lo que se denominó como la "cuestión social". Entre 1918 y 1920, una importante crisis económica y social provocó la organización de la Asamblea Obrera de Alimentación Nacional y las "marchas del hambre", que mantuvieron movilizada a una parte de los sectores menos acomodados. A esto hay que agregar un sindicalismo obrero bien organizado que tiene sus raíces a comienzos de siglo, más los grupos de capas medias que presionaron al sistema por mayor participación.
-¿Cuáles son las características del liderazgo de Arturo Alessandri?
-Alessandri fue uno de los políticos más importantes de la mitad del siglo XX chileno, por lo cual recurrir a un análisis de sus características personales es un ejercicio necesario. Lo primero que hay que señalar es que no fue un político ajeno del todo a los grupos tradicionales, ni mucho menos un revolucionario radical. Esto se prueba por su pertenencia al Partido Liberal y su activa participación en la política institucional desde comienzos de siglo, y en segundo término, su programa presidencial no promovía una transformación radical del país. A pesar de esto, Alessandri tuvo un particular carisma personal y un discurso que ejerció para incorporar a las masas populares a la arena pública, a través de un estilo cuestionador al "sistema de notables" del régimen oligárquico y parlamentario, confiriéndole a la política un carácter más apegado a la movilización social, antes que a los espacios tradicionales de socialización. Sin lugar a dudas, esto le imprimió un cambio a la forma de hacer política en Chile, que se empezó a radicar más en las calles que en los salones.
Agitador Comunista
En uno de sus discursos y en calidad de candidato presidencial en 1920, Alessandri dijo que pretendía ser una "amenaza para los espíritus reaccionarios... y para los que se alzan contra los principios de justicia y de derecho".
En otra intervención se refirió a las graves tensiones sociales presentes en la sociedad chilena, señalando que era necesario restablecer la paz y el orden, y que eso solamente se podría lograr armonizando el capital y el trabajo, a través de la acción del Estado como ente mediador y regulador de la conflictividad social y laboral.
Este carácter reformista generó temor en sectores conservadores de la sociedad chilena. En una de sus columnas, por ejemplo, El Diario Ilustrado lo consideró como un "caudillo maximalista" y un "agitador comunista". Afirmó también que "entregar el Gobierno del país a un irreflexivo semejante sería como poner un revólver en manos de un niño o un loco".
-Alessandri atravesó varias dificultades durante su primer mandato, ¿cuáles fueron las principales?
-Ya elegido como Primer Mandatario y durante su administración, Alessandri intentó implementar una serie de reformas a la institucionalidad parlamentaria y a la legislación laboral, con el objeto de responder a las demandas ciudadanas y de impedir un estallido social. Sin embargo, a través del Congreso Nacional, la clase política oligárquica rechazó acceder a tales reformas, lo que provocó un agudo clima de frustración e impotencia ante el régimen político imperante. También es preciso destacar la distancia existente entre Alessandri y el movimiento obrero, luego de la masacre en la oficina salitrera San Gregorio, el 3 de febrero de 1921. El fin de su mandato estuvo marcado por la confusión. Luego de una crisis que parecía no tener fin, el 4 de septiembre de 1924 se produjo el llamado "ruido de sables", primera manifestación expresa de los militares en el sistema, marcando el comienzo del fin del régimen parlamentario y una fractura importante en la historia política chilena del siglo XX. Luego salió al exilio, retornó y reasumió su cargo impulsando la redacción de una nueva Constitución Política que nos rigió hasta la actual Carta Magna.