Francisca Palma Schiller - La Estrella de Valparaíso

Este martes 24 de noviembre conoceremos al ganador del Global Teacher Prize Chile 2020, premio conocido a nivel internacional como el "Nobel de la educación". Se trata de un galardón relevante que permite reconocer a aquellos docentes que viven la pasión por educar y que además invita a visibilizar diferentes metodologías de enseñanza.

Tras un proceso de minuciosa revisión y evaluación, el jurado -compuesto por destacados expertos- ya seleccionó a los cinco finalistas y dos de ellos son de nuestra región.

Hablamos de la profesora de Lenguaje Pamela Sánchez, de Los Andes, y el profesor de Ciencias Naturales, Pablo Malhue, de San Antonio, quienes destacaron por su profesionalismo, impacto en el aprendizaje de sus estudiantes, compromiso y enseñanza innovadora.

A poco de definirse el certamen, conversamos con ambos docentes para conocer sobre su profesión y cómo viven estos días previos a la final.

"Esta pasión por la docencia la llevo en el ADN. Mi mamá fue docente por más de 30 años, fue una profesora normalista, de tomo y lomo. De esta forma, mi relación con los establecimientos parte desde muy niña al ver a mi mamá trabajar, por lo tanto, lo llevo en mi sangre. Hoy, llevo 31 años siendo profe y para mí es una sorpresa maravillosa estar entre los finalistas", nos cuenta una emocionada Pamela Sánchez.

Metodología a la inversa

Además de llevar esta pasión en la sangre, la razón por la que Pamela llegó hasta la final es por su novedosa forma de enseñar. La profesora del Liceo Politécnico América de Los Andes comenzó un método de aprendizaje basado en proyectos.

"Nuestro establecimiento estaba a punto de ser cerrado, era un colegio estigmatizado, con una vulnerabilidad del 93% en los alumnos, por lo tanto, nuestros resultados no eran buenos. Ante esta situación nos propusimos hacer un cambio metodológico importante y evidenciamos que el aprendizaje basado en proyectos era la alternativa más viable", revela Pamela.

Ante esto, la profesional nos explica que la metodología no se basa en memorizar, sino más bien en la aplicar los contenidos para llegar a una reflexión profunda.

"Aprender el contenido de memoria es memorizar por memorizar. En esta metodología se pone el foco en el alumno y él se hace responsable de su aprendizaje, tiene que resolver una pregunta esencial a lo largo del proyecto que proponemos, tiene que investigar, demostrar resultados. Planificamos de manera inversa: desde las habilidades hacia el contenido, de atrás para adelante", explica la finalista.

Impactar local

Al otro lado, en la costa, específicamente en el puerto de San Antonio, se encuentra Pablo Malhue, un entretenido y apasionado profesor de Ciencias Naturales, quien ha desarrollado un pensamiento crítico desde la perspectiva socio científica con impacto en lo local.

A través de la Academia de Ciencia Escolar Yecos del INCO, él junto a sus alumnos han desarrollado un sin número de investigaciones científicas interesantes y, a la vez, relevantes para el entorno de San Antonio. Despertar esa pasión por investigar es una de las razones por las cuales Pablo llegó a la recta final.

"Lo que hacemos es un aprendizaje no formal, hacemos investigaciones locales, como por ejemplo alfabetización oceánica en la comuna. Nuestras investigaciones tienen un foco bastante local, además de tener como objetivo las ganas de generar un aporte. De esta manera, hemos publicado nuestro trabajo en revistas científicas, hemos ido a congresos y eso nos inspira", nos indica el biólogo.

Junto a esto, Pablo tiene una mirada especial de la ciencia. "Debemos valorar la ciencia no solo como herramienta o instrumento, sino como un pensamiento crítico", reflexiona.

Mañana sabremos quién es el profesor del año, hecho que invita también a generar análisis profundos del sistema educacional. "Quiero ser voz de aquellos docentes que siguen con la clase tradicional y anhelan el cambio en sus establecimientos", analiza Pamela.