Las consecuencias de la pandemia en el país han afectado considerablemente la economía de muchas personas, independiente del nivel socioeconómico o lugar de residencia. Según las últimas cifras del INE del trimestre junio-agosto, la tasa de desocupación fue de 12,9%. Un 65,4% de las personas que dejaron de trabajar en este período lo hicieron por razones asociadas al COVID-19, lo que ha incrementado las cifras generales de morosidad.
Este fenómeno se viene arrastrando desde el estallido social y tomó mayor fuerza ahora con la pandemia, donde vemos a muchas personas desempleadas, con sus trabajos congelados y sin poder recibir ingresos para pagar no sólo los gatos comunes, sino que también las cuentas básicas como luz, agua, entre otros.
Diversas iniciativas se han comenzado a instalar entre los residentes de los edificios como una manera de contribuir a generar ingresos, que finalmente eviten el aumento de intereses en el pago de las mensualidades y así evitar un mayor endeudamiento.
Sin embargo, el rol de las administraciones es fundamental y no solo culmina en la emisión de un gasto común y en la gestión de mantenciones de un condominio, sino que debe ir de la mano de una firme convicción relacionada a la empatía, transparencia y el desarrollo disruptivo de estrategias sustentables, que permitan a las comunidades sobrellevar las adversidades que se puedan presentar, ya que esto permitirá generar la tranquilidad y confianza de los residentes.
Ha sido un año de transformación, donde las administraciones y los edificios no han estado exentos de ello. La cohesión grupal entres sus habitantes, el comité, los trabajadores y la administración, deben ser un factor imperante para juntos lograr superar todos estos grandes obstáculos financieros. Un cambio de visión es determinante para lograr establecer todas las variables y herramientas que permitan una continuidad operativa, que no afecte al edificio y a sus residentes.
La administración del futuro dejo de serlo para convertirse en la administración de ahora. Es por ello que se hace necesario el desarrollo de estrategias que beneficien a todos los actores de una comunidad, que vayan de la mano la atención al residente, las negociaciones con los proveedores, la disminución de las morosidades, la supervisión, control y ejecución de mantenciones, la supervisión del personal, entre otros elementos que logren alcanzar el éxito comunitario que tanto se busca.
Nicolás Moreno
Ingeniero Civil Industrial y Gerente de Hapital