Funeraria Iván Martínez, pionera con la primera funeraria de mascotas en Chile
¿Sabías que por cada una persona fallecida mueren tres animales hogareños? Mirando a esa realidad surgen los servicios de Pet Funeral.
Funeraria Iván Martínez, es pionera en Chile al disponer de Pet Funeral, servicio funerario de mascotas. Iván Martínez, fundador de la empresa que lleva su nombre, señala que "no fue fácil determinar el nombre que le pondríamos a la funeraria de mascotas, la ubicación, el vínculo y asimilarla con nuestra funeraria de personas. En el trascurso del tiempo nos dimos cuenta que en muchas ocasiones nos llamaban a la funeraria personas solicitando ayuda para realizar el servicio funerario de sus hijos. Con esa señal, nos dimos cuenta que 'ellos y ellas' ocupan un lugar muy amado en los hogares de nuestros clientes"
"Frases como 'mi perrhijo' o 'mi gathija' salen innatas al momento de manifestar el inmenso amor de los amos hacia sus mascotas. Es por esto que los amantes de ellas nos agradecen la dedicación y respeto con el que despedimos los restos de sus mascotas", agrega.
Pet Funeral es la primera funeraria de mascotas de Chile y a través de ella los dueños de animales domésticos tienen la posibilidad de anticipar, resguardar o bien, al momento del deceso, contratar los servicios dejando en manos de profesionales todos los detalles que, por más de 70 años de tradición funeraria, hemos sabido plasmar en la atención de todos nuestros clientes.
Nuestra funeraria de mascotas ofrece servicios de cremación con y sin devolución de cenizas, con lugar de sepultación en el Cementerio o en el mismo hogar. También hay apoyo psicológico para los clientes con terapias gratuitas presenciales o a través de videollamadas.
Iván Martínez detalla que, de acuerdo a su experiencia y contextualizando la tenencia de mascotas en tiempos de pandemia, esta aumentó en un 20%, según la encuesta CADEM respecto a la tenencia y adopción de animales hogareños o domésticos.
En Chile hay 1.400.000 mascotas inscritas, siendo el 80% de estas perros; un 12% son gatos y el 8% restante se divide entre conejos, tortugas, peces, hámsters, pájaros, etc.
Claudio y Rambo:
amigos por 18 años
La historia de Claudio, según comenta Ivan Martínez, es conmovedora: la de un profesional de 27 años que, siendo un niño de 9 años, reunió durante 12 meses el dinero para comprar un perro, Rambo. Con determinación y esfuerzo consiguió el sueño anhelado y pudo lograr tener a su fiel amigo y hermano de vida, quien lo acompañó desde ese momento y hasta la adultez. Fueron 18 años donde Rambo fue su hermano, su amigo y, finalmente al crecer, fue tomando el rol de hijo. Rambo tuvo una vida llena de amor y de aventuras hasta el último día, donde su luz de vida se esfumó definitivamente producto de la vejez.
Paulina y su hija, su
mascota "Mi nombre es Paulina, mamá de una linda niñita de un año y 11 meses, a quien cuidamos junto a mi esposo como el más grande tesoro. Tomamos la decisión de esterilizarla, pensando en que sería lo mejor, puesta la situación de abandono que existe respecto de mascotas, siendo o no de raza. Estando hospitalizada y con los días fue empeorando, y poco a poco se fue apagando. Nunca dejé de decirle lo mucho que la amaba y que todo estaría bien. En la madrugada, llamé a la clínica para saber de su estado y recibí una dura noticia. Mi niña estaba con daño neurológico, entre muchas otras cosas que no entendía… Ella era nuestra vida y la cuidamos tanto… Ese día sábado finalmente pudimos verla, y fue otro repentino golpe; mi niña, además de su daño neurológico, estaba en estado de postración. A pesar de todo, ella nos reconoció. Al verla volví a decirle 'hija, mamá te ama' y respondió a nuestra presencia con los besos más ricos a su papá y a mí".
"Llegada la noche, sentí por un momento como si olfateara mi oído. Baje corriendo las escaleras de la casa y llame a la clínica, en donde me dieron la peor noticia que una madre puede recibir: nuestra niña, mi niña, había partido. Lloramos desconsoladamente por un momento. Cuando fue tiempo nos dirigimos a la clínica a buscarla para luego llevarla a nuestra casa y acostarla en su sillón. En nuestro hogar tuvimos que buscar alguna funeraria para nuestra hija. Al comunicarme, me hablo Sebastián, ofreciéndome ir a buscar a casa a nuestra pequeña; sin embargo, decidimos nosotros llevarla a las instalaciones de Pet Funeral, como nuestro último viaje con ella. Para ese minuto, Sebastián era un vendedor, y resultó ser una maravillosa persona, un ángel quien hiciera por mi hija lo que nunca esperamos en ese devastador momento".
Psicóloga por duelo
Paulina Villalobos, psicóloga y especialista en pérdida de mascotas, indica que "el dolor por el fallecimiento de un ser querido es una de las experiencias más dolorosas que nos toca vivir, sea persona o mascota. Las personas son irremplazables; sin embargo, al perder una mascota, con el tiempo podemos entregar el mismo amor y dedicación al llegar una nueva a nuestra vida. Asimismo, todas las personas que pasan por esto, de igual forma pasan por la etapa de duelo. La adopción de una mascota es una nueva forma de generar vínculo y está sujeta a la partida, lo que suele ser una pena enorme, ya que hoy cumplen un lugar muy importante dentro del hogar, que en ocasiones puede reemplazar incluso el rol de un hijo".
La profesional agrega que hay "una marcada diferencia en el duelo de una persona versus una mascota: son los ritos funerarios, ya que no todos tienen posibilidad de realizar una despedida formal, principalmente por desconocer que existen empresas encargadas de estos servicios o bien por falta de dinero, postergando u ocultando el duelo de la pérdida de su mascota, al no expresar o demostrar sus sentimientos en relación a la perdida de ellos. Generalmente el duelo de una mascota es no tomado en cuenta, lo que ocasiona conflictos emocionales y la dificultad de vivir el duelo".
"Como psicóloga, creo que cada persona y cada mascota son irremplazables para quien sufre la pérdida. El amor y cariño entregados a esa mascota es verdadero por lo que se debe enfrentar y respetar esta etapa del duelo, al igual que la del ser humano", explica Paulina, quien añade que "todos nuestros dolientes que asisten a terapias de duelo por la pérdida de mascotas coinciden en que ellas no necesitan hablar para decir te quiero o cuanto nos aman todos sin excepción, agradecen esa infinita huella que dejan en su vida".