El Puerto Deportivo ya eleva sus velas
Tras el fin de la cuarentena el Muelle Barón volverá a recibir regatas y competencias de nado en aguas abiertas .
Desde marzo que no se veía ningún colorido velero en la bahía porteña ni se divisaban numerosos grupos de personas nadando en el mar, esto a causa del COVID-19, que obligó a las diversas agrupaciones que entrenan en el Puerto Deportivo Valparaíso a guardar bajo techo las embarcaciones y alejarse de la costa.
Tras el fin del confinamiento obligatorio, es turno de elevar anclas y volver al agua, ahora con un aforo máximo de 10 personas, que deben cumplir todas las medidas sanitarias y ser muy cautelosos con el distanciamiento físico. De esta manera, el arriendo de kayak, velero inclusivo Hansa, velero raquero y lanchas, vuelve a estar disponible para quien desee pasar una tarde diferente a los panoramas comunes en familia.
La capacidad de ocupantes de cada embarcación se modificó para evitar atochamientos, así lo explica Thomas Elton, fundador del Puerto Deportivo. "Las lanchas son para siete personas normalmente y ahora pueden subir un máximo de cuatro. Los veleros Hansa son para dos y ahora es individual, a menos que sean matrimonio o hijos que se suban juntos, en el fondo personas que vivan juntas para evitar contagios".
Considerando que en la Fase 2 del plan Paso a Paso la cuarentena rige sábado y domingo, el espacio recibirá al público solo de lunes a viernes entre 09.30 y 17.30.
Distancia física
Claro está que el virus cambió lo que conocíamos por normalidad, ahora las tribunas de los estadios y canchas lucen vacías al igual que el Muelle Barón, donde el ambiente definitivamente no es el mismo. Antes una gran cantidad de público alentaba, desde la superficie, a los 30 nadadores de aguas abiertas del Club Deportivo Hahave que competían entre sí en carreras de 5 y 10 kilómetros. Ahora, tal como el aforo máximo para arriendos, los aficionados del nado no podrán ser más de 10, al igual que los participantes de la escuela de buceo Buddha Divers y los practicantes de canotaje polinésico.
"Esto quiere decir que un grupo de 10 sale a remar en kayak, por ejemplo, y luego otro grupo se embarca en los veleros Hansa. El objetivo es que no se junten muchas personas al mismo tiempo en recepción, zona de embarque y patio de embarcaciones del puerto", precisa Elton.
En tanto los 25 integrantes del Club de Deportes Náuticos Inclusivos de Chile, que antes de la llegada del COVID-19 organizaban regatas de competencia y entrenaban toda la semana en dicho espacio, se reintegrarán a las prácticas presenciales en el mes de noviembre dentro de esta reapertura gradual que para ese entonces tendrá a todos los veleristas haciendo lo suyo.
Nuevas medidas
La organización del Muelle Barón también sufrió cambios en el proceder, ahora es necesario reservar el arriendo de las embarcaciones con 24 horas de anticipación indicando también el número de personas que asistirán y su respectiva identificación junto al horario en el cual desean navegar. Además cada persona deberá notificar si hará ingreso al recinto en vehículo ya que el muelle se encuentra cerrado al público.
La duchas y camarines deben mantenerse cerrados en la Fase 2 de Transición, por lo cual se habilitaron duchas exteriores para quienes realicen kayak o Stand Up Paddle.
Las medidas del protocolo para permanecer en las instalaciones del muelle contemplan el uso obligatorio de mascarilla, no se admiten bandanas, pañuelos o similares, habrá toma de temperatura a los asistentes que además deberán contestar un cuestionario de síntomas relacionados al COVID-19 y que deben llevar el traje de baño o la primera capa de ropa desde sus hogares.
El fundador del Puerto Deportivo opina que el mar es uno de los espacios aptos para hacer deporte dentro de la denominada nueva realidad que llegó para quedarse.
"La superficie marítima que tenemos en Chile es tremenda pero la gente que se dedica a la actividad náutica es la mínima comparado con la población. Están todas las condiciones para hacer uso del mar, sobre todo después de la pandemia, porque es un espacio en que se respeta la distancia social pues los botes no pueden estar pegados entre sí", cerró Thomas Elton.