San Luis despidió a Víctor Rivero a pesar del último triunfo
Una campaña que nunca despegó en el torneo de la B, y la intención de la sociedad anónima de apostar por un argentino, cambiaron los planes del director técnico.
Claudio Morales Salinas - La Estrella Quillota - Petorca
En el enrarecido ambiente que vivió San Luis en los últimos días, ni la victoria que logró el equipo canario ante Puerto Montt el miércoles consiguió calmar las aguas. En el atardecer de esa misma jornada, se conoció la desvinculación del técnico Víctor Rivero, quien había regresado este año a Quillota con la misión de encabezar el retorno a Primera, y repetir así el ascenso del 2015.
El entrenador, considerado a estas alturas como un gran conocedor de la Primera B, armó un plantel con algunos jugadores que conoce, fiel a su fórmula. Es así que regresaron al Lucio Fariña elementos como Gonzalo Abán y Daniel Vicencio, se mantuvieron algunos como Álvaro Césed y Hugo Soria, y vinieron otros como Mariano Barieri y Jean Paul Pineda.
Ellos, juntos a avezados como Andrés Imperiale, y otros tantos jóvenes, debían interpretar el libreto de Rivero y encumbrar a San Luis en los primeros lugares. Pero en el interrumpido campeonato de Ascenso, ya antes del receso los resultados no se dieron fáciles, ya que fue un espejismo la goleada del estreno ante Barnechea, que antecedió a la derrota con Magallanes y al sufrido empate ante Copiapó en casa, cuando ya se dejaba caer la pandemia en Chile.
Con el reinicio del torneo, el cuadro amarillo ganó en Talca pero perdió varios puntos en condición de local, lo que comenzó a minar la confianza en el trabajo de Rivero, de una parte de la hinchada, y de los regentes argentinos de la sociedad anónima, quienes ya tenían decidida la salida del DT antes del último partido.
De hecho, en la víspera de ese dos a cero sobre los sureños, un incidente caldeó más los ánimos, al llegar un grupo de barristas al complejo de San Isidro quienes manifestaron su descontento con una campaña que llegó a tener a San Luis en un peligroso penúltimo lugar de la Tabla ponderada, la que determina al equipo que bajará a Segunda División.
"Esos no son hinchas, los hinchas están en las buenas y en las malas. Por dos vagos y drogadictos, no me voy a referir, no perderé tiempo en eso", disparó Rivero, lo que fue muy mal recibido por muchos fanáticos canarios, mientras algunos interpretaron que esos dichos precipitaron la salida del DT.
¿fórmula argentina?
Lo paradójico de este cambio en la banca, es que el triunfo del miércoles le dio un gran respiro a San Luis, ya que en la Tabla acumulada dejó a tres equipos abajo (Magallanes, S. Morning y Valdivia), mientras que en el presente torneo, con 14 unidades, los quillotanos quedaron a solo un punto de la zona de liguilla de ascenso.
Pero los accionistas de la sociedad anónima que controla al club ya tomaron la decisión de apostar por una fórmula que ya implementaron antes: traer a un argentino que trabajó en Unión La Calera; el año pasado fue José María Martínez, y ahora el nombre es Marcelo Raya, rosarino que en su curriculum tiene como trabajo más reciente haber ostentado el cargo de Director Deportivo y Metodológico en el cuadro calerano. En esa función encabezó un proyecto que pretendía otorgarle "una identidad de juego al equipo" más allá del entrenador que estuviera en el primer equipo.
Raya había realizado antes una labor similar en su país, en el club Newell's Old Boys, y en su hoja de vida en Linkedin, están registradas diversas pasantías en clubes europeos como Fiorentina, Villareal y Athletic Bilbao, en la época en que los vascos tenían como técnico a Marcelo Bilesa.
Hasta el cierre de esta edición, desde San Luis no existía confirmación oficial sobre este, para muchos sorpresivo, cambio en la dirección técnica.