Complejo conflicto entre residentes de condominio y vecinos de etnia gitana
Pelea con palos y cuchillos entre primos de esta comunidad colmó la paciencia en conjunto de más de 220 departamentos en Peñablanca.
Los vecinos del Condominio Doña Francisca de Peñablanca perdieron la paciencia luego que el fin de semana, dos primos de la etnia gitana que residen en el block 9 de esta comunidad, se enfrentaron a golpes utilizando palos y cuchillos, generando un clima de inseguridad que, según el resto de los residentes, se suma a una serie de incivilidades que los ha hecho mantener, por casi dos años, una difícil relación con sus vecinos de esta etnia que, al igual que ellos, son propietarios de sus departamentos.
Tal como lo declara una de las vecinas denunciantes, el temor al hacer pública esta situación es que por tratarse de comunidad gitana inmediatamente iba a surgir el concepto "discriminación", conducta que, aseguran, no es efectiva.
"Palos, armas blancas, te afecta toda esta situación porque aquí lo primero que se va a decir es que hay un problema de discriminación y ese no es el tema", comentó una de las residentes.
Son propietarios
El condominio Doña Francisca es un proyecto de integración social, lo que significa que el 70% de los propietarios son familias con crédito hipotecario y el 30% personas vulnerables.
Esto significa, que las familias gitanas que residen en la torre 9 tienen los mismos derechos y deberes que cualquiera de los propietarios. Precisamente en lo que respecta a los deberes, es donde la comunidad está en conflicto.
"Ellos tienen otras costumbres, es un tema cultural. Desde que llegaron hemos tenido problemas (...) Se hizo la denuncia a la PDI, pero ahí queda. A ellos les dieron subsidio y son propietarios", comentó Pedro, otro de los residentes que asegura los problemas han ocurrido siempre y que el del fin de semana fue uno de los más graves.
Videos, fotografías y audios que han sido difundidos muestran conductas que generan rechazo entre el resto de la comunidad y que demuestran el serio conflicto que existe en esta comunidad.
Niños sin ropa y haciendo sus necesidades en espacios comunes, peleas, gritos, episodios de violencia intrafamiliar y acusaciones sobre supuesto consumo de drogas, forman parte de la larga lista que la comunidad residente atribuye a los vecinos de la etnia gitana.
Juan Orzuza es el administrador del condominio y le ha tocado la compleja misión de intentar mediar entre los vecinos.
Tal como lo señalan otros residentes, desde que se inauguró el condominio que han existido conflictos con los gitanos, pero nunca un episodio tan violento como el del fin de semana.
"Lo ocurrido el sábado fue lo que más asustó a la comunidad, fue demasiado complejo, quedamos todos asustados. La idea es poder vivir todos tranquilos", comentó precisamente mientras conversaba con Jorge Aristich, jefe de la comunidad gitana residente en busca de una solución a estos conflictos.
Jefe gitano
Jorge Aristich es el jefe de esta comunidad gitana. Como patriarca, viajó desde Santiago para intervenir tras la violenta pelea entre miembros de su familia. Asegura que lo primero que hizo fue hacer que sus sobrinos - los involucrados en la pelea - salieran del edificio.
Junto con manifestar su disposición a pedir disculpas públicas por lo ocurrido, Aristich manifestó que su comunidad se siente discriminada por sus vecinos.
"Somos discriminados por ser gitanos (...) Yo soy chileno, tal como dice en mi carné (...) Reconozco y le dije a Juan que hiciéramos una junta para poder conversarlo y buscar un arreglo (...) Yo pido que los vecinos tampoco exageren. Públicamente voy a pedir disculpas por lo que pasó", declaró Aristich.
El jefe gitano añadió que la comunidad los acusa gratuitamente, siendo los niños gitanos los más afectados.
"Nuestros niños son los más malos, se olvidan que son niños, están acostumbrados a otra forma de vida (...)Yo me vine de Santiago a ordenar todo esto", aseveró el patriarca quien, respecto de lo ocurrido, manifestó comprender a los vecinos.
Hasta el alcalde de Villa Alemana, José Sabat se refirió a este hecho, manifestando que como municipio no estaban al tanto de este conflicto vecinal y que existe la voluntad de poder mediar entre las comunidades.
Asimismo, un equipo social y de seguridad ciudadana acudió esta semana al condominio para evaluar en terreno los antecedentes.
"Tenemos una evaluación preliminar y a partir de ello se van a tomar las acciones que corresponda en el ámbito preventivo y además se entregarán los antecedentes a las instituciones correspondientes. Vamos a intervenir todo lo que se pueda para que logren una convivencia pacífica, sana que proteja el bien común para todas las personas involucradas", comentó Sabat.